Dudas;

Al principio estaba confusa, empecé sin saber lo que era el amor y acabé padeciéndolo.
Ocurrió como cuando algo te marca, que en un abrir y cerrar de ojos todo estaba pasando sin poder pisar el freno, sin poder pararlo.
Creamos un paraíso de una tarde como cualquier otra con un café, en las afueras de Madrid.
Estabas peinándote para calmar los nervios mientras yo saboreaba el café, esta vez el de tus ojos.
De un momento para otro se apagó en tí la luz que te hacía brillar, pero desde mis ojos seguía encendida...
Te miraba como si fueras el único del Escorial, pero ya no te sentía igual, en una de las pocas veces que me miraste ví en ti tormenta, que con el tiempo hizo que nuestras almas no se quisieran mirar más.
Viniste años luz después con tu mirada llena de nostalgia y me sonreíste, cuando ví esa dentadura perfecta asomarse en tu rostro recordé por que te perdonaba cada vez que me rompías el corazón.
No podíamos seguir así pero, ¿Cómo arreglar un plato que antes fue tirado con fuerza y ahora está añicos?
Empecé a pensar una solución hasta que te miré, y aunque aún no había encontrado una respuesta, cuando te ví mirarme me dí cuenta de que ya no tenía dudas.