Entre Los Pasillos

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Miro hacía el techo azul marino de mi dormitorio y no puedo borrarla de mi mente, resuena en mi cabeza su nombre emitido por el profesor "Adara Millers", en realidad siento que estoy delirando...

Miro hacía el techo azul marino de mi dormitorio y no puedo borrarla de mi mente, resuena en mi cabeza su nombre emitido por el profesor "Adara Millers", en realidad siento que estoy delirando

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- ¡Derek! - gritó mi mamá desde el otro lado de la puerta.

- ¿Qué pasó? - respondí mientras abría la puerta.

- No me has contado como te fue en tu primer día - molesta mamá por que llegué a acostarme.

- Bien... - su imagen estaba en mi mente y aún así respondí como de costumbre -Supongo... - suspiré para disimular.

- Mi vida - dijo mamá con un voz suave y suspirando - Debes poner de tu parte... - me miró a los ojos desanimada.

La mire serio y no respondí, nadie podía saber de ella, era mía, o al menos en mis pensamientos.

Mamá salió de mi cuarto, cerrando tras de sí la puerta; posteriormente de unas horas viendo su rostro pude dormí tranquilo.

Pasó la semana y sin embargo no podía olvidarla trataba de continuar mis días como sí nada, la observaba en las clases que teníamos en común, cuando se percataba de ello me dedicaba una sonrisa con la que no podía impedir sonrojarme

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Pasó la semana y sin embargo no podía olvidarla trataba de continuar mis días como sí nada, la observaba en las clases que teníamos en común, cuando se percataba de ello me dedicaba una sonrisa con la que no podía impedir sonrojarme.

Era inevitable verla, su carácter la hacía presente en cualquier aula, y aunque quería esconder lo que sentía, no podía, hay algo en ella que me llama, no sabía que era, ¿su sonrisa?, ¿Sus ojos?, ¿Su cabello?, ¡NADA! respondía esa duda, y es que no era una sola cosa, era ella completa.

Cada asignatura sin ella se volvía eterna, miraba el reloj esperando que en cuanto pasaran 5 min. acabaría la hora y pensé que si iba al baño el tiempo se iría más rápido, grave error. Me acerqué al escritorio de la profesora.

- ¿Me permite ir al sanitario? - pregunté serio y me tendió el permiso sin dejar de dar su tema.

Me dirigí al baño y ahí la vi, se dirigía al mismo lugar y por acto de reflejo me escondí atrás de los lockers, me recargue en uno de ellos y la seguí con la mirada, me encantaba ver su cadencia al caminar, su cuerpo tan agraciado y una nueva sensación percibí, una atracción física no sólo hacia ella, si no, a cada porción que delimitaba su cadera y cintura, un escalofrío se recorrió dentro de mi mientras la observaba.

Diferentes pensamientos me abordaron, quería sentirla junto a mi, acariciar su piel, besarla, que mis manos recorrieran cada centímetro de ella y asimismo hacerla mía.

No quería esperar por ella, mi cuerpo pedía a gritos su presencia, que estuviera cerca de mi, decidí no volver a mi salón, acabó la clase y tome mis cosas, inmediatamente de eso no volví a tomar ninguna otra clase

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No quería esperar por ella, mi cuerpo pedía a gritos su presencia, que estuviera cerca de mi, decidí no volver a mi salón, acabó la clase y tome mis cosas, inmediatamente de eso no volví a tomar ninguna otra clase.

Esperé a que ella pasara para ir a alguna clase o al baño, la observaba por los pasillos mientras caminaba, reía o se iba, algo en mi pedía que me acercara, que la reclamara mía, pero otra parte no podía, la quería exageradamente para hacerle eso, solo pude observarla en silencio... O al menos por el momento.

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