La Peor Hermanastra | cache G!p (adaptación),

capítulo 51

Desperté rodeada por sus brazos.

Su respiración chocaba con mi frente, causandome un poco de cosquillas.

Alce la mirada para poder observarla, y pude notar qué aún dormía.

Su rostro lucia simplemente perfecto.

No pude evitar querer robarle un beso, de verdad era muy tierno verla dormida.

Acerqué mis labios lentamente hacia los suyos hasta rozarlos, planté un cortó beso, y soltó una sonrisa.

Me levanté de la cama y observé la hora, me quedaba menos de 30 minutos para arreglarme y poder llegar.

Apresurada y con el tiempo encima tome una blusa de planes color azul cielo y unos jeans blancos rasgados.

Enseguida caminé hacia el baño, miré una vez más a Calle y me dispuse a darme una ducha.

Aún sentía un enorme vacío en mi pecho que no se plenaria nunca jamás.

Tomé una ducha corta y al salir, Calle ya no estaba en la habitación.

Me acerqué al espejo situado a un lado de la puerta, sobre una mesa una mesa donde guardaba todo mi maquillaje y otros accesorios.

Ni siquiera tenia ganas de peinarme.Pero recordé lo que había dicho Calle, tenia que mostrarme fuerte ante la situación.

Coloqué un poco de delineados y rimel sobre mis ojos, para después poner un labial color carne sobre mis labios.

Al terminar , cepille un poco mi cabello y lo adorne con un lazo.

Tome mi mochila y salí de la habitación casi corriendo.

Me dirigí a la cocina para despedirme de Mafe y mi padre antes de irme.

-¡Feliz cumpleaños! .- Gritaron al unísono, incluyendo a Calle, quién sostenía un lindo ramo de flores.

Con lo del engaño de Mario y la muerte de mi mejor amiga, había olvidado por completo mi cumpleaños.

Calle me entregó el ramo y me brindó un calido abrazó.

Mafe sacó un lindo pastel de frutos rojos y moras, para colocarlo sobre la mesa.

-Te amamos hija .-Miembro mi padre plantando un beso en mi cabello.

-Y yo a ustedes....De verdad los amo.- Solté.

Y enseguida abrí los ojos como plato recordando qué tenia el tiempo contado para llegar.

-¡Tengo que irme¡.- Grité.

Corrí hacia Mafe para darle un rápido beso en la mejilla y dirigirme hacia la puerta.

Pero Calle tomo mi brazo, haciéndome frenar de repente.

-Tranquila nena, pedí permiso para poder faltar la primera hora.- Dijo Calle en un tono burlón.

Solté un gran suspiro seguido por una sonrisa.

-Comamos Pastel.- Sugirió mi padre.

********************

Llegué a mi clase, donde todos me felicitaron eh hicieron entrega de algunos detalles.

La clase comenzó y volvieron a sus lugares.

-¿Saldremos mas tarde, Juli?.- Cuestione al tiempo que giraba mi torso hacia atrás.....donde era el lugar de Juliana.

Y de nuevo mi corazón se volvió a partir en mil pedazos, el mismo sentimiento que en la sala del hospital me invadió de pies a cabeza.

Recargue mi cabeza en la paleta de la banca de Juliana, dando paso a mis lágrimas y gritos ahogados de decesperacion.

La profesora se acercó a mi y se inclino quedado a la altura de mi cabeza.

-Ven aquí.- Susurro tomando mi brazo.

Me levanté de mi asiento y secando mis lagrimas la seguí.

Caminamos hacia el campo de fútbol y nos sentamos sobre las gradas.Estaba completamente vacío y podíamos hablar a solas.

No había visto a Mario desde que llegué , lo cual agradecía con toda mi alma.

La profesora me dio un tiempo para respirar y calmarme antes de hablar.

-Maria José.Yo se que Juliana era mucho mas que tu mejor amiga, se cuanto la querías y lo dificil que es perder a alguien.-Murmuró cabizbaja.- Pero tienes que dejarla ir.

-¡No!.- Solté.- ¡No puede dejarme!,¡No puede morir, ella no....Juliana no!.

Sentí mis manos temblar, y mis ojos ardían.

-Tienes que pensar en ella Maria Jose.Tienes que dejarla descansar.- Dijo en un tono serio y firme.

Sabia que ella tenia razon, pero me negaba a querer aceptarlo.
Sabia que no podía arrastrados conmigo por siempre.

La vida me la quito...Y no había nada que pudiese hacer para dar vuelta atrás.

-¡Ya lo se!.- Me rendi.

Me dolía en el alma soltarla.Pero no había otra opción.

La profesora se levanto y me miro fijamente.

-Puedes volver a casa si no te sientes bien.-Murmuró.- Espero que tengas una pronta resignación.

Se dio la vuelta y se fue.

Era tiempo de dejar libre a Juliana.Por mas que me doliese.

-Sere fuerte por ti.Te am are siempre Juli.- Dije para mis adentros con la vista en el cielo.

Seque mis lagrimas y me armé de valor.
De nada servia llorar, de nada serviría deprimirme, era tiempo de afrontar con valor la realidad.

Me levante de las gradas dispuesta a volver a la clase.

Comencé a caminar hacia el salón, que se encontraba cruzando el patio tracero.

Caminé y frunci el ceño tras ver mucha gente amontonada en bola.

Sin querer empuje a algunas personas para poder cruzar el patio pero...

Abrí los ojos como platos tras llegar hasta el centro de toda la gente.

No por favor...Ahora no Mario.