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Tal como había dicho Jongin, a los pocos minutos de haber dejado a Jimin Sehun llegó junto a dos hombres más, quienes al instante abrieron las rejas y obligaron a Jimin a salir y caminar con ellos.

Se incorporó con dificultad debido al dolor en su cuerpo, sin embargo, no le quedó de otra más que caminar tratando de ignorar las ganas de volver a echarse al suelo, agradeciendo tener el soporte de los dos hombres. El frío impactaba directamente contra su cuerpo desnudo, se sentía incómodo por toda la suciedad adherida a su anatomía, pese a eso a veces los hombres que trabajaban en el casino eran los que más le agradaban, ellos no le miraban con deseo, ellos no buscaban sobrepasarse, a veces ni siquiera lo miraban, y cuando lo hacían, solo se reflejaba lastima y compasión en sus ojos.

Porque ellos comprendían todo, ellos también estaban allí y hacía falta ser parte de aquel lugar para poder entenderlo, ellos habían visto en más de una ocasión los castigos dados a los chicos y en alguna vez hasta ellos mismos recibieron algunos. Todos allí solo podían sufrir en silencio, sin dejar escapar nada de sus pensamientos.

El lugar al que lo llevaban parecía estar alejado de todo, luego de caminar por un par de minutos ya no podía oírse el bullicio del casino, habían bajado escaleras y lo habían llevado a un piso el cual había creído abandonado hasta ese momento; el lugar estaba perfectamente iluminado, las paredes al igual que en la mayoría del lugar eran de color vino, había puertas negras a cada lado del pasillo y no fue hasta que llegaron al final del mismo que pararon frente a una.

Sehun sacó una llave y abrió la puerta indicándole a los hombres que lo metieran allí.

—Hay ropa limpia en el armario, el baño esta allí —Sehun habló señalando una puerta dentro de la gran habitación—. Te traerán la comida cuando sea la hora y K podrá venir a visitarte de vez en cuando, incluso podrá pasar la noche si quieres. Tómalo como unas pequeñas vacaciones. Y lo más importante, no hagas ruido, nadie debe saber que estás aquí.

Sehun hablaba con monotonía, como si solo estuviese repitiendo lo que se le había dicho, Jimin asintió y se dio la libertad de examinar el lugar, la habitación era parecida a las que usaban para atender a los clientes, sólo que esta era más grande y con menos tonos oscuros, aun así, las paredes eran de color vino y la decoración era en tonos rojos con muebles negros, al igual que en todas las habitaciones del lugar no había si quiera una ventana o algún agujero por el que pudiera entrar al menos una pizca de luz, no había nada interesante en la habitación, se aburriría bastante, pero al menos podría dormir y su cuerpo sanaría con más facilidad.

Se sentó en la cama con dificultad y fue allí cuando los hombres comenzaron a salir de la habitación, Sehun se dio la vuelta una vez más y habló, esta vez con calidez en su voz.

—No preguntes nada a Jongin, Jimin. Mantente callado y solo mira el lado positivo a esta situación. Toma una ducha, me aseguraré de traer a Taehyung en unos minutos. —El pelinegro le dedicó una pequeña sonrisa y luego de que Jimin asintiera salió de la habitación cerrándola con llave.

Jimin suspiró, mirando a su alrededor y sintiendo cómo su piel se erizaba debido al aire frío. Aún no lograba entender que hacía allí. ¿Por qué Jongin estaba escondiéndolo? ¿Vacaciones? ¿En plena semana aniversario? Definitivamente algo no cuadraba allí, algo andaba mal.

Se levantó de la cama y fue hasta al baño, avanzando con pasos cortos para que no fuera demasiado doloroso moverse, abrió la puerta del baño y entró, el baño era bastante grande, había una bañera junta a una ducha, todo era de cerámica blanca, había un mueble junto a un gran espejo repleto de artículos de aseo personal y Jimin se preguntó porque ya no usaban aquellas habitaciones, o tal vez sí lo hacían y él no se había dado cuenta.

Poker Face. | Yoonmin. | +18 [PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora