Need a ride, Puppy? (Traducción Español)

Capítulo 8 - No nació para inclinarse

—Oye ChanYeol, ¡mira! ¡Hay hotdog allí! Vamos a ver. Tengo hambre por culpa de todos esos exámenes— se quejó BaekHyun mientras señalaba que dicho alimento estaba a unos metros de ellos.

—No lo sé, ¿no dijiste el otro día que estás a dieta? — ChanYeol sonrió cuando el rostro del pequeño se transformó en una expresión graciosa que solo podía decodificar como "mierda me olvidé totalmente de eso". Pero una de las cosas que comenzó a notar y que le gustaba del hombre más pequeño era su capacidad para tomar decisiones espontáneas si realmente lo deseaba.

—Oh, ¿lo dije? — Preguntó BaekHyun— inclinando su cabeza—, ¡Tal vez escuchaste mal! ¡Así que vamos!

ChanYeol se rio de las travesuras de BaekHyun, pero tan pronto como este último lo tomó de la mano para arrastrarlo hasta allí, se dio cuenta de que realmente le encantaba cómo las manos más pequeñas de BaekHyun encajaban perfectamente dentro de las suyas significativamente más grandes.

*.*.*

— ¡ChanYeol! ¿Qué pasó? ¿Por qué te ves así? ¡¿Quién te lastimó?! —BaekHyun corrió hacia él, extendiendo sus manos para atraparlo en caso de que cayera. ChanYeol sonrió dolorosamente cuando su cuerpo golpeado entró en contacto con los cálidos brazos de BaekHyun. Él sabe que es pesado, huele asquerosamente a sudor, suciedad y probablemente también a sangre. Pero a BaekHyun no le importó nada de eso. Lo ayudó a caminar hacia el banco más cercano para evitar la conmoción del otro por parte de los transeúntes.

—Baek, ¿podemos quedarnos en otro lugar esta noche? ¿Tal vez un hotel o algo así?

— ¿Quién te hizo esto?

—Nadie— ChanYeol no quería que él supiera que vio a su padrastro, y fue él quien comenzó la pelea. Que fue tan estúpido como para usar la violencia debido a su deseo de vengar la muerte de su madre. Pero, ¿a quién estaba engañando? Ese hombre sabe cómo usar su puño, y debería haberlo sabido.

Él no es lo suficientemente fuerte. No, aún no.

Pero un día lo buscará. Lo arrastrara contra el cemento, lo haría sangrar, lo haría llorar y lo haría mendigar como lo hizo con él y con su madre.

—No importa cómo te presione, no me lo dirás, ¿verdad? — Preguntó BaekHyun, justo en el punto como si ChanYeol fuera un libro abierto para él.

ChanYeol solo pudo ofrecer una sonrisa culpable. — No...

—Está bien— susurró BaekHyun—, pero sabes que siempre puedes confiar en mí, ¿de acuerdo? No te juzgaré, ChanYeol— Un toque tierno en la mejilla de dicho hombre fue todo lo que hizo falta para que ChanYeol se diera cuenta de que este hombre ante él era lo único que necesitaba en este podrido mundo.