LA CACERÍA

*4* / EL

Por fín, ya llega la noche , me estoy preparado para salir. Nada mas lindo que una noche con luna llena. Hace mucho que no salgo, lo que si es que tengo toda una vida para hacer lo que amo, cazar.
Ya conseguí dinero para sobrevivir estos pocos meses, asi que no me tendré que preocupar de nada.

Veo que este todo listo. Mi arma, la soga y demas cuchillos. Agarro mis llaves y en cuanto me acerco a abrir la puerta, tocan el timbre. No me desespero ni nada, ya me estoy acostumbrando a entablar una conversación con una persona sin que mis impulsos traten de matarla.
Al abrir la puerta me encuentro con nada mas ni nadamenos que mi vecina.

- ¡Hola vecino!- saluda entusiasmada.

- ¡hola vecina!, ¿En que le puedo ayudar? - digo falsamente.

- Si, Le vengo a pedir un favor, lo que pasa es que se me perdió mi gato y creo que esta en su jardín, ¿Me puede hacer el favor de buscarlo? -

Por un momento pense que lo que me estaba diciendo era una broma de muy mal gusto. Nunca me gustaron los gatos, siempre me dieron asco, y ni en pedo iba a buscarle ese mugroso animal. Le estaba por decir que se largue pero en cuanto se lo iba a decir, escuché un grito que me hizo volver a ver lo que estaba ocurriendo.

- ¡Hey mira!, ¡Ahí esta Merlo!- decia mientras daba saltos, que estúpida-
- ¡Perdon por la molestia!, ya me voy ¡bay!-

*-Si, por fin ya te vas ¡enferma!, ya no te soportaba mas-*. Dejando de pensar, me encamino hacia el living y agarro mi mochila. Abro la puerta de entrada, al abrirla un brillo en mi ojos se encienden al ver mi auto, me gusta tanto, siempre quise tener uno y eso que me habia costado tanto esfuerzo y tanto dinero, pero valio la pena.

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Al estacionarme al lado de un auto, antes de salir quise observar detenidamente, -*es lo mejor que me sale-* pienso. A la mujer que estaba adentro. Quizas era una de las tantas mujeres que solo les interesa el dinero. Por lo tanto quiero averiguar mas sobre ella, se me hace conocida de algún lugar pero no se de donde.

Estuve esperando casi media hora a que aquella chica saliese de una tienda de perfumería. Salió y puso una extraña expresión, como si estuviese enfadada por algo. No me di cuenta cuando ella me miro, me observo detenidamente como si quisiera decirme algo.

No se que me pasaba, no podia reterle la mirada, su mirada era muy profunda e inigualable, nunca había visto una mirada tan extraña como aquella. Decidí largarme de allí asi que encendí mi carro y me fui.

Impaciente, esperaba a que el semáforo pasase a verde. No dejaba de pensar en aquella chica tan rara, lo unico que ahora tengo que pensar es en un buen plan para secuestrarla ya que debe ser igual que todas, unas zorras.
Ya tengo un plan, reí. Mañana mismo tengo que ponerme en marcha con mi plan, con esta perra me voy a divertir muchisimo.

16/04/19
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