El cortejo

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-mi vuelo sale en unos minutos te veo mañana por la tarde-

- todo salió bien Maléfica?-

- si papá-

- y quien se quedó como CEO?-

- Akemi Gushiken-

- la pelirroja de manos suaves-

- esa misma...es encantadora-

- te dio una buena despedida?-

- no solo ella, recuerdas que te hable de Makoto el chico de dos metros-

-si-

- lo deje dormido en el hotel, porque se me hacía tarde jaja-

- Laila supuestamente habías ido a trabajar, no a cogerte todo Japón-

- no te angusties papi...aparte de que se preocupa señor playboy? -

- sabes que eso es una fachada, bueno, excepto lo de atractivo y seductor-

- eso no lo niego jaja, pero en serio papá podrías tener en tu cama hasta mujeres y solo juegas con tus pretendientes-

- Déjame mantener una de mis tres virginidades-

- yo también mantengo una-

- Cual? La de las orejas?-

- la de mi corazón-

- baia baia la malévola cucarachona se nos puso sentimental-

Se escuchó la risa de la castaña- de acuerdo papi, puedes hacerme un favor?-

- que deseas?-

- prepárame mi sopa de verduras cuando regrese-

- claro que si muñequita-

- tengo que colgar ya a salir mi vuelo-

- te veré mañana, te amo-

- pero no es para tanto-

- es para siempre- dijeron al unísono- Adiós-

Tony corto y siguió con su trabajo hasta que cierto rubio toco la puerta. Él le hizo una seña para que entrara- Lamento interrumpirte Tony-

-para nada, no tengo mucho trabajo-

-en serio?-

-si-

-entonces no te gustaría ir a cenar?-

-me está invitando una cita Señor Rogers?-

- si... quiero decir no...en realidad han abierto un nuevo restaurante y me dijeron que la comida es muy buena y creí que sería bueno ir a probar que tal es ¿Qué opinas?- comento un sonrojado Steve, no era para menos tenía la mirada atenta de Tony sobre el

-suena bien- se acercó a Steve- además como podría perderme una cena recomendada por el mismísimo capitán américa- le mostro aquella sonrisa que adoraba

Steve sentía ganas de decirle lo enamorado que estaba, abrazarlo, besarlo y decirles a todos que no se acercaran al castaño...pero aún tenía que enamorarlo. Y es que a pesar de sentir que Tony le tenía cariño, temía confundir esas sonrisas y miradas con muestras de su actitud coqueta. Natasha le había dicho que era cierto que Tony era muy coqueto, pero que había un brillo distinto cuando lo miraba o que su sonrisa era más amplia cuando se la dedicaba a él.

- te espero en la sala en una hora- le dio un beso en la frente, ya era su forma de despedirse-

- te veré ahí Capipaleta-

Tus ojos azules  [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora