veinticuatro

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no puede quedarse quieto.

camina de un lado a otro en su habitación tratando de encontrar una manera correcta arreglar las cosas y calmar sus pensamientos.

siente un huracán en su pecho, su frente cubierta por un sudor imaginario y las manos más trémulas que lo normal.

las tablas de madera rechinan por cada paso que da, generando un sonido irritante.

piensa en las ramas que chocan a causa del viento en su ventana, desorientadas, inexactas, y erradas, un poco como él.

"es simple solo debes hablar con él, decirle la verdad por más patética que sea y luego irte..."

se dice a sí mismo antes de girar el pomo de la puerta para salir hacia la casa de josh, con los nervios en la yema de los dedos y la ansiedad zumandole los oídos.

[...]

josh tiene una teoria.

algo que de vez en cuando corrobora en base a sus sentimientos y experiencias.

cree que cada vez que alguien se siente mal, le pasará otra cosa que lo hará sentir peor, como un círculo vicioso.

esta vez la teoría ha tomado fuerza por el simple hecho de que justo en este momento -y como nunca- sus padres han llegado temprano a casa.

y juntos.

pero él no ha podido emitir ninguna palabra ya que desde que pusieron un pie adentro sus voces han resonado por todo el lugar.

desconcertado, se levanta del sofá buscando sus expresiones y tratando de entender la enmarañada escena que están montando.

pero entonces su madre sube corriendo las escaleras y puede jurar que lo último que ve son lágrimas caer por su rostro pálido.

la persigue al instante y se detiene frente a su puerta tratando de abrirla pero no puede, entonces la desesperación lo invade y es horrible, no sabe porque pero también siente ganas de llorar, la incertidumbre se apodera de su cerebro y lo único que sale de su boca es un entrecortado "mami ¿estás bien?"

que no tiene respuesta.

baja las escaleras de dos en dos, su padre sigue de pie en el mismo lugar, con los ojos cerrados y tocándose las sienes.

"¿qué pasó?"

pregunta exigentemente pero lo único que recibe a cambio es una mala mirada y una orden de que vaya a su cuarto.

pero no lo hace, y el mayor tampoco insiste nuevamente.

todo pasa muy rápido cuando las ruedas de la maleta resuenan en el cerámico y los sollozos son ahogados.

una abrazo lo estruja y unos labios son posados en su frente.

"perdóname bebé, vendré por ti"

es lo último que dice antes de abrir la puerta y desaparecer casi como una ilusión.

mamá se ha ido.

♡♡♡

les traigo drama :)

-belén










hyperkinesis✧ joshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora