Día 4.

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23 de Junio.

Después del incidente del otro día Beca y yo hemos podido hablar más tranquilas, han pasado 5 años desde ese incidente, Beca aun siente ese dolor pero ya no es como antes, ahora solo la recuerda con cariño y una vez al año viaja a Sídney solo para recordar, debo confesar que al principio fue incómodo pero después entendí, yo era el presente de Beca, Jesse me lo dijo, Luke me lo dijo, Beca me lo dijo y Stacie también me lo dijo, Beca vivía cada día como si fuera el último, tenía una extraña filosofía de vida en la que iba aprovechar cada segundo sin arrepentirse de nada, solo pensaría en el presente y esperaría que el futuro la sorprendiera.

Hoy no había fiesta, hoy no haríamos maletas e iríamos al otro lado en busca de diversión, hoy sólo había carne asada en el jardín de Jesse, cervezas y música pero no la clase de música en la que Beca está detrás de las consolas, esta vez el DJ era un pendrive con música al azar que Beca escogió, el mes estaba por acabar, yo tendría que volver a la universidad pronto pero ya había decidido quedarme y Aubrey se quedaría conmigo, si ella también quiere quedarse no quiere dejar a Luke y por lo visto él tampoco a ella, como todo había altos y bajos.

Luke paso por nosotras y nos llevó a casa de Jesse, no era muy grande solo lo suficiente para hacer fiestas privadas. Al llegar pude ver a Stacie con un chico alto y moreno en la alberca tomando un par de cervezas, Beca estaba pelando con Jesse en el asador.

-Hey chicos, hemos llegado.- Dijo Luke empujando la puerta del jardín trasero.

-Ya era hora Lukey, ¿Trajiste lo demás?- Dijo Jesse.

-Mi nombre es Luke y sí, traje todo.-

Me acerque a Beca que seguía peleando en el asador.

-¡Hey!- La salude.

-¡Hey!- Se volteo para quedar justo frente a mí y darme un beso corto en los labios.

-¿Peleando con el asador?- Dije.

-Algo así, esto no prende y Jesse no sabe cómo.- Vio a Jesse amenazadoramente.

-Vale, déjamelo a mí, podrás ser el mejor DJ de Ibiza pero de donde yo vengo las parrilladas son mi especialidad.- Beca levantó ambas manos en señal de rendición, tenía ambas cejas levantadas estoy segura que cuestionaba mentalmente lo que le dije.

-Bueno, muéstrame pelirroja.- Beca se puso justo frente a mí con las manos metidas en sus bolsillos traseros de los vaqueros, sus lentes estaban en su cabeza, traía una de sus amadas camisas de franela remangada hasta los codos y sus vans, era la imagen perfecta, me encantaba verla así, siempre con camisas y vans, no importaba si hacía frío o si había demasiado calor tenía una camisa para cada día del año al parecer.

Tarde solo un par de minutos en prender la parrilla y poner la carne en el asador.

-¿Entonces Mitchell?- Ladee un poco la cabeza y Beca me veía divertida.

-Vale ya, déjame a mí terminar eso.- Beca se puso a un lado mío.

-No, yo quiero ayudarte.- Le di un beso en la mejilla y ambas empezamos a preparar todo.

Jesse se nos acercó con un par de cervezas, después llegó su "novia", era divertido estar con ellos así, disfrutando de una tarde soleada aunque claro mañana si haríamos maletas temprano para irnos de nuevo, así que por hoy podíamos permitirnos un día de descanso.

Servimos la comida y empezamos a comer Beca y yo nos tumbamos en unos sillones en forma de pera debajo de un árbol.

-Te quiero, te quiero Becs.- Como pude me moví del sillón hasta llegar a Beca y sentarme en sus piernas. –Te quiero inmensamente.- Le llene la cara de besos y ella me sonreía como solo Beca podía hacerlo.

Seven days in sunny JuneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora