Seven days in sunny June

Día 3.

20 de Junio.

Hubieran visto la cara que puso Aubrey cuando le dije que me quedaría con Beca, Luke tuvo que sujetarla para que no se le fuera encima, aunque después de que él se la llevó por un rato regreso más tranquila y dijo que me extrañaría.

Mientras más tiempo pasaba con Beca más segura estaba de querer quedarme, Stacie, Bree y yo salíamos de compras para tener algo lindo que lucir en cada fiesta.

Jesse por su parte seguía presentándonos a sus novias, de las cuales nunca pude aprender sus nombres porque cada día salía con una diferente.

Luke y Aubrey estaban más juntos que nada, me pregunto si será fácil para ella regresar dejando a Luke aquí o si también habrá considerado la oferta de quedarse conmigo y los demás, sobre todo con Luke.

Hoy Beca tiene otra de esas fiestas en la que es la DJ estrella, como siempre solo es cuestión de hacer las maletas y subir a la vieja camioneta de Luke para ir hasta la playa, he aprendido un poco de surf, Jesse se ha encargado de enseñarme mientras Beca solo toma el sol y platica con Stacie de sus próximos viajes a los cuales es más que claro que va a llevarme, hablaba en serio cuando dijo que me llevaría al final del mundo.

-Vamos Becs, ven a la playa.-

-No Chloe, nadar no es lo mío y menos el surf.- Beca volvió a ponerse sus lentes de sol, y se tiró en la arena.

Con todo el poco o mucho esfuerzo que pude hacer cargue a Beca hasta la orilla del mar y me metí con ella, era de suponerse que la fachada de ruda se rompería en cuando la cargue porque enseguida empezó a chillar que la bajara.

-Beale, esto no es divertido no quiero mojarme.- Continuaba chillando.

-Oh vamos Mitchell, ¿Tienes miedo de mojarte?- Mi tono era burlón.

-No Beale, no tengo miedo solo no quiero mojarme.-

-Ups! Muy tarde.- Me arroje al mar con Beca en los hombros chillando porque la bajará, fue sencillo debido a su pequeña estatura.

El mar estaba tranquilo a pesar de todo, tendría que adentrarme más para conseguir buenas olas, después del remojón que le di a Beca alcance a ver como salía poco a poco del mar, podría decir que estaba molesta, quizás me haya pasado con eso de meterla al mar, quizás esté enojada conmigo, esos pensamientos me inundaban la mente mientras intentaba salir del mar.

-Becs, no te enojes, solo fue un pequeño chapuzón.- A pesar de la pequeña estatura de Beca podía caminar rápido, yo tardé solo un poco más en ponerme a la par. –Hey, ¿No quieres hablarme?-

Beca se detuvo justo frente a mí, había algo en su mirada que no podía descifrar ¿Enojo? ¿Miedo? ¿Tristeza?

-Becs, cariño, lo lamento, yo, yo no quería es que, olvídalo soy torpe.- Baje la mirada y me llevé ambas manos a la cara, esperaba un reclamo, algo que me dijera que estaba pasando por la mente de Beca en ese preciso momento pero ella no dijo nada, para cuando abrí los ojos ella ya estaba tumbada en la arena justo al lado de Stacie que la observaba fijamente.

-Chlo, ven conmigo.- Se acercó Jesse y por su expresión vi que era serio el asunto, decidí acompañarlo por la orilla de la playa.

-Jesse, yo no quería solo...- Empezaba a hablar cuando Jesse se plantó frente a mí, su expresión era obscura, era la primera vez que lo veía así.

-Beca, tuvo un accidente hace unos años, antes de nosotros, ella tenía una vida un poco diferente, iba a la universidad, salía con una chica, se llamaba Sophie, Beca estaba profundamente enamorada de ella, llevaban 2 años de relación, en vacaciones de primavera ellas solían viajar y ese año fueron a Sídney, un día mientras estaban en la playa a Sophie se le ocurrió que podrían ir a bucear, Beca al principio no queria pero termino aceptando, todo iba bien, era un día tranquilo, Sophie siempre fue la extrovertida, la que siempre sonsacaba a Beca a la aventura y ese día, justo ese día se le ocurrió que sería divertido nadar más allá, Beca se negaba, pero Sophie insistía así que para asegurar que Beca la siguiera comenzó a nadar más profundo, cada vez más, hubo un momento en el que Beca ya no quería seguirla, estaban ya muy lejos pero Sophie insistía en continuar y Beca suplicaba que parara, que regresará.