Capítulo 1: Visita inesperada

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Era por la tarde, estaba tumbada en el sofá de mi casa.

-Si ella decidió esto la apoyaré como su hermana, no intentaré persuadirla de ello, es su decisión- dije en voz alta.

Me levanté y me dirigí a mi habitación, pero algo me dijo que me dirigiera al trastero y así lo hice, abrí la puerta, una caja me llamó la atención, aún estaba precintada tenía algo de polvo por encima, no la abrí al llegar a Japón. No recuerdo con exactitud lo que había en ella.
Abrí la caja y dentro había una pelota de basquet de la NBA, era la pelota con la que solía jugar con mi padre, también estaba el equipo de Los Angeles Lakers de papá, cierto nunca lo mencioné aquí en Japón, papá era un jugador de los Lakers, lo llamaban el muro de hierro, nadie podía pasar cuando papá estaba bajo el aro. También había una foto en la que salíamos papá y yo, papá me alzaba en sus hombros para que yo machacara el aro, mamá nos hizo esa foto, había otra de cuando papá estaba en el instituto aquí en Japón, aquí fue donde papá y mamá se conocieron.

 También había una foto en la que salíamos papá y yo, papá me alzaba en sus hombros para que yo machacara el aro, mamá nos hizo esa foto, había otra de cuando papá estaba en el instituto aquí en Japón, aquí fue donde papá y mamá se conocieron

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(Si lo se es Kise, pero no encontraba ningún rubio con una pelota de basquet, haceros a la idea de que es Sasuke Okogi, si? Gracias).

-Papá.. ojalá estuvieses vivo, si lo estuvieras.. nunca habríamos venido a Japón y nunca me habría enamorado de Mei, no habría sufrido tanto, aunque no fue tu culpa, fue culpa de aquel borracho, el que te apartó de mi vida, de nuestras vidas, te hecho de menos papá- dije mirando la foto de papá.

De repente la caja cayó y la pelota botó hasta mis manos, era una señal, tenía que serlo, es como si papá me estuviera diciendo juega un poco hija mía.
-Bien iré al parque cerca de aquí- susurré
Cogí mi antiguo equipo de baloncesto de cuando estaba en Los Angeles, me lo puse, cogí mis tenis de baloncesto, mis muñequeras, mi rodillera, la pelota y me fui.
Estuve caminando un rato, hasta llegar a la pista de baloncesto del parque cerca de casa.
Me recogí mi cabello con una cola de caballo y me puse a botar la pelota, la pasé de mano a mano, por detrás, por debajo de mis piernas, hice que botara mas fuerte y rápido corrí por la pista para volver a acostumbrarme, estuve un rato corriendo pasando la pelota de mano a mano, haciendo trucos con la pelota, era divertido, casi había olvidado lo que era para mi jugar a baloncesto.

-Por que dejé de hacer esto?- me pregunté a mi misma en voz alta.

-Eres buena- escuché una voz tras de mi, al girar había un chico, pelo negro, no muy alto, ojos oscuros, era atractivo.

-Eres buena- escuché una voz tras de mi, al girar había un chico, pelo negro, no muy alto, ojos oscuros, era atractivo

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