En ese momento quise salir corriendo de ese salón, de tomar el primer autobús con retorno a Atlanta o a cualquier lugar que me mantuviese alejada de este lugar. Me quede corta en palabras, no tuve un momento para meditar, ni mucho menos uno de reflexión y podía asegurar que lo que menos sentía en ese momento era empatía con el chico. Las primeras imágenes de la catástrofe comenzaron a inundar mi cabeza distorsionando completamente mi razón, necesitaba aire pero en ese preciso instante lo único que necesitaba era que deshicieran el patético teatro de roles.
— Debo suponer que es un error, un fallo es su sistema— Me acerqué a Leslie quien sostenía una conversación con dos chicas del programa.
— ¿Disculpe? Creo que no estoy entiéndola señorita Ross.
— De ninguna manera seré la madrina de Kit Wood— Exclamé fuera de control.
— ¡Puede bajar la voz por favor! — Masculló Leslie alejándome del oído público.
— ¡Lo que quiero es que cambien esa decisión!
— No podemos hacer eso señorita Ross.
— Cómo ¿Cómo que no pueden cambiar de apadrinado?
— Lovely Parks le permite a los miembros sentirse escuchados, le permite escoger a la figura con la que más se sientan cómodos a través de la información de los perfiles. Si yo le revoco ese derecho al Señor Wood estaría infringiendo en la política del programa y nadie quiere hacer eso.
Restregué mi rostro con las manos tratando de entender lo que esa mujer estaba tratando de decir.
— Creo que no me está entiendo Doctora Leslie, yo no puedo hacerme cargo de una persona como Kit. Él necesita ayuda más profesional que la que yo pueda ofrecerle además dudo mucho que vaya a escucharme.
— Me siento un poco confundida ayer estuvo a punto de tener un primer acercamiento y hoy me pide desesperadamente que lo haga cambiar a él de opinión. Señorita Ross el joven kit es un ser humano, cuyos defectos pueden ser enmendados pero si usted no se siente preparada para el cargo le sugiero que se retire del programa y se olvide de su fondo para ir a Berkeley.
— ¿Cómo sabe acerca de eso? — La miré confundida, en ningún momento había mencionado para que utilizaría el dinero del programa.
— Las personas que están aquí no fueron escogidas al azar Señorita Ross. Todos tienen una meta, un sueño, una necesidad que el dinero de este programa puede financiar. Puede retirarse por esa puerta mientras siga abierta pero luego de que cierre tendrá que permanecer aquí sin volver a reprochar las decisiones que su apadrinado escoja. Usted decide. — Dio por sentado sosteniendo una expresión seria en su rostro, parecía tomarse su trabaja muy en serio.
Sus palabras fueron contundentes y necesarias para darme cuenta de que ningún niño con aires de arrogante me haría desistir de mis sueños. Había querido entrar a Berkeley desde que tenía capacidad para pensar y ese pequeño bache en el camino no me haría cambiar de opinión. Convivir con una persona acostumbrada a no obtener un "No" como respuesta me harían entender mucho más a fondo el esquema mental de un joven malcriado, arrogante y con actitud patética de facineroso. Estaba convencida de que los próximos meses no serían un cuento de hadas pero el trato era bastante simple hacerme cargo de un alcohólico que buscaba ser reinsertado a la sociedad con una nueva visión de esperanza y superación.
El regresar al puesto de bocadillos le hizo entender a Leslie que estaba lista para iniciar con mi verdadero trabajo. Me miró con una mirada de aprobación y al igual que yo regresó a sus quehaceres. Lucas se mostró solidario a mi situación y se ofreció a que la experiencia de estar con Kit fuese un poco más llevadera, debía mantenerme optimista a pesar de lo terrible que se veía el panorama. Lucas y yo regresamos nuestra tarea habitual mientras escuchábamos a Verónica dar las palabras de aperturas para el segundo día. Como era de esperarse debíamos tener un primer encuentro con nuestros apadrinados pero como también era de suponerse todos estaban en donde les correspondía menos Kit.
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Déjame Soñar Contigo(Disponible En Librerías)
JugendliteraturAdquiere «Déjame Soñar Contigo» en formato físico y digital. Al joven Keaton Wood su adicción le ha quitado todo. Sueños, amigos, familia e incluso una parte de su vida. Durante muchos años se encontró sumergido en un interminable foso donde cada...