Capítulo 5

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Saliendo un tanto del aturdimiento pudo distinguir al otro hombre varios metros lejos poniéndose de pie.

—Conoces las reglas Im —dijo el Alfa con voz neutra— nada de contacto.

Im sonrió.

—Vaya esto es interesante —rió burlón— pero tranquilo, lo tengo. Nada de contacto... aún.

Pronunció la última palabra como algún tipo de promesa y Park no pudo evitar estremecerse nuevamente.

—Hasta esta noche pequeño, te prometo que será especialmente divertido.

—Suficiente. —Habló con voz firme de nuevo el Alfa— salgan todos, creo que ya han tenido el tiempo necesario.

Los hombres salieron rápidamente a excepción de Im, este se tomó su tiempo mirando con curiosidad a su líder.

—Lárgate ahora Im, no tengo tiempo para ti.

Park pudo ver la burla en la mirada de Im, también pudo ver que no era sólo para él.

Finalmente el hombre salió y Park pudo sentir que el aire al fin circulaba en sus pulmones.

El Alfa no lo miró, se dirigió a los miembros del Consejo dando órdenes antes de salir también.

—Vean que estén atendidos y vigilados adecuadamente, —miró a Seokjin— instrúyelos debidamente para esta noche.

*******

Luego de que la primera parte de la tradición terminase, Alfa y Consejo salieron.

El Alfa se dirigió a su tienda, que fungía como su vivienda temporal. Ellos usaban estas tierras sólo para los rituales una vez al año, luego abandonaban el lugar eliminando todo rastro de su presencia ahí.

Una tensión fuerte se había instalado en su espalda, se sentía intranquilo y molesto. Era Alfa líder, pero se preguntaba de que servía si los arcaicos miembros y reglas del Consejo le limitaban enormemente.

Hace mucho que quería arrancar la garganta de Im, o como mínimo desterrarlo; alguien como él no era bueno para la manada. Pero el maldito era hábil, sabía cómo salirse con la suya y usar al Consejo a su favor.
Había visto como miraba a ese chico, sabía por qué lo había elegido. Era obviamente hermoso, demasiado si debía ser honesto con sigo mismo pensó, pero su cuerpo era pequeño y muy frágil. Sabía lo que le esperaba a manos del bastardo de Im.

Se estaba conteniendo al ver la mirada de Im sobre el chico y su cercanía, pero luego lo había tocado, había rozado esa tersa piel con su asquerosa lengua y fue más de lo que su autocontrol pudo soportar.
No sabía que le llevó a actuar de tal forma, se decía a sí mismo que era la animadversión que sentía por Im.

Su mente no dejaba de darle vueltas al asunto cuándo escucho a Seokjin solicitar entrar a su tienda.

—¿Qué ocurre Jin?

—Alfa tiene que hacer algo, —dijo preocupado— no puede permitir que esa bestia lastime al pobre chico.

—Lo sé, pero el Consejo lo protege —respondió el Alfa— sólo tu compañero y Minho comparten mi punto de vista, el resto confían en Im.

—No lo entiendo Alfa, —decía Jin desesperado— ellos han presenciado como sus intentos de apareamiento terminan en una completa desgracia ¿por qué le apoyan después de todos estos años?

—Pienso igual que tú, pero ellos se rigen bajo la antigua tradición e Im lo sabe aprovechar para salir librado. —Lo cierto es que el Alfa de buena gana aplastaría a Im de no ser por su deber como líder.

—Él va a matarlo y solo pensar en la forma que lo hará me hace sentir náuseas. No puedo evitar sentirme su cómplice también al no hacer nada. —Dijo un Seokjin desesperado—. Tal vez... tal vez si usted... —Dijo Seokjin mirando de forma extraña al Alfa, que si bien no entendía lo que pretendía, si podía ver los engranajes funcionando en la cabeza del hombre.

—Yo ¿qué? —preguntó secamente, seguro de que la respuesta no iba a gustarle en absoluto.

—Usted no está acoplado, tal vez entonces...

—Lo que sea que estés pensando la respuesta es no —dijo el Alfa sin dejar al otro terminar.

—Pero podría ser la forma, —insistió— nadie más se atrevería a ir contra usted y sería la oportunidad para que por fin...

—¿Y acoplarme con el chico? —respondió alzando el tono, pero de alguna manera la idea de ese joven...

No, se dijo a sí mismo, era una tontería.

—Lo salvará —dijo insistente— además es hermoso y creo que estaría a su altura.

—Seokjin ¿no te parece que estas tomándote demasiadas atribuciones? El hecho de que seas compañero de mi segundo al mando y que me agrades no te da derecho de sugerir algo así.

—Lo siento —se disculpó apenado bajando la cabeza— sé que me he extralimitado, pero estoy preocupado, además yo pensé... Al ver su reacción ahí... nunca había hecho algo así antes. —Habló atropelladamente.

—Sólo cuidaba de las reglas, no hice nada diferente.

—Por un momento pensé que incluso se transformaría —insistió—y por eso pensé que tal vez...

—Pues no es así Seokjin, ahora déjame y ocúpate de que todo esté listo.

Seokjin asintió y salió de la tienda preocupado y derrotado.

El Alfa por otro lado seguía cuestionándose su actuar, ¿era realmente que estaba guardando las costumbres o hubo algo más? No podía negar la extraña sensación que lo invadió al ver por vez primera a ese joven humano y peor aún, ver la cercanía de Im hacia él.

Debía reconocer que le asustó su propia reacción, le había costado no arrancar la cabeza del lobo cuando se atrevió a tocar con su sucia lengua la piel del humano.

Se repetía una y otra vez que debía tratarse del hartazgo que la situación con Im le provocaba y no podía tolerar una víctima más.

Si definitivamente era eso se dijo satisfecho con su propia conclusión.

AULLIDO: Fleeing From the MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora