Capítulo 1

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Corría, veía neblina por todas partes, una figura amorfa aparecía y desaparecía a mí alrededor, lo reconocí, sabía muy bien que estaba ahí por mí, pero le daría batalla, no volvería a pasar, no dejaría que nadie más saliera lastimado, acabaríamos este juego de una vez por todas.

Se acercaba y me acechaba. Estaba lista para su ataque cuando lo escuche venir. Él apareció de la nada.

-¡No! Quítate del camino, esto es entre nosotros.

-¿Crees que dejaré que todo nuestro esfuerzo sea en vano? Estás loca, tú huye, yo lo detendré, tienes que llegar a él, está más cerca cada vez, la hora se acerca...-había cambiado todo en mi sueño, ya no era a colores, las imágenes eran cortantes. Me veía, a mi alrededor no había más que oscuridad. Sentí la tristeza invadir mi cuerpo, me pedía que recordara antes de que fuera tarde, que recordara lo que me habían dejado, que recordara quien era, porque estaba aquí, "tienes que hacerlo, lo que más amas depende de ello" ¿amar? Si yo no amo a nada ni nadie, tal vez aprecio, quiero, pero yo no puedo amar. "cambia, cambia antes de que algo ocurra, Zoí" nadie me había llamado así desde hace bastante tiempo. "Zoí, recuerda tu pasado, tu futuro depende de ello, él depende de ello, solo tú lo salvarás"

-qué...

Desperté.

Bienvenida a la universidad, llena angustia, ansias, idas y venidas, ya no somos niños, estamos aprendiendo a vivir en el mundo de los adultos, las reglas son simples: uno obedece al de la cima de la sociedad, eso quiere decir quién tiene más dinero.

Lo bueno de estos nuevos sistemas es que todos los trámites se hacen por internet, así que no tenía que aguantar malas caras hasta el inicio de clases, ya con mi horario y un mapa para evitar perderme lo humanamente posible.

Llegaba tarde, era mi único punto débil, la puntualidad, o bueno lo que yo creía puntualidad. Llegar un segundo antes que el profesor me bastaba. Corría por el pasillo y, como a las personas que llevan más prisa siempre les ocurre, choque, pero no con cualquiera, para mi desgracia no era cualquiera, fue con la persona más conocida de la escuela y por lo que había escuchado del país también al parecer (aunque mi universidad era pública también tenía el mejor sistema de educación por lo que asistía toda clase de personas, unos por una módica donación y otros por su esfuerzo, como en mi caso) ya que no me interesaba en lo más mínimo no le presté más atención que para agradecerle cuando me ayudó a levantar mis cosas, disculparme por mi torpeza y sin más marcharme como si nunca hubiera ocurrido. Por si fuera poco, como si fuera un carácter snob de cualquier cuentecillo que mágicamente cambia su destino con un encuentro inesperado en el pasillo de la universidad tenía que ser él, el personaje que me podía hacer del todo imposible una vida tranquila. Así que levanté mis cosas, pedí mil disculpas y eche a correr.

Por suerte mi profesor aún no había llegado, dejé mis bolsa en el primer asiento que encontré y me senté a leer un poco lo que veríamos en la clase. "¿Cómo podía ser yo tan torpe?" No se había hablado de nada más que no fuera esta nueva persona, un joven alto, guapo, musculoso, con el cabello del mismísimo adonis- citando textualmente como lo describían. No podían existir muchas más personas como él, con excepción tal vez de otra persona, un hombre de tez pálida adornada con una cabellera bronce y los ojos tan profundos como el mar de noche. Para mi suerte ya no había nadie más en el pasillo pero eso no dejaba de lado el hecho de que si quisiera él podría hacer que antes que empezara el segundo semestre del año consiguiera mi vida envuelta en llamas y como buena profeta así el infierno comenzó.

Escuché el rechinido del banco a lado del mío, cualquier persona que se sentara en ese lugar no era mi asunto, me abstuve de voltear, pero porque yo lo ignorara no significaba que recibiría la misma moneda de vuelta. Él no dejaba de hacer ruido en la clase que ya había comenzado. No lo podía soportar más, yo estaba ahí para aprender, tener al menos buenos estudios para gozar la vida que me habían quitado.

Almas de la Noche, Verona. La manzana de IdunnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora