Our Secret | Starker

Capítulo Único

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—¿Sabes? No quiero sonar entrometido ni nada, pero es más que obvio que eres el crush de ese chico.

—¿De verdad? Gracias Hap, no sé qué haría si no me lo hubieses dicho.— Dije sarcástico, sin molestarme en mirar a mi amigo. Supe que había rodado los ojos, por la forma en la que chasqueó la lengua, de mal humor.

—¿Qué vas a hacer?

Era una buena pregunta. Llevaba meses pensando en qué hacer al respecto. Peter no era, que digamos, discreto acerca de sus sentimientos. Lo había pillado mirándome mientras trabajábamos, tantas veces que ya había perdido la cuenta. No era algo que me molestara en realidad, era adorable el ligero rubor que cubría sus mejillas cada vez que le devolvía la mirada. Probablemente no debí darle esperanzas, pero lo que al principio creí que era un inocente vínculo paternal, se transformó en algo que me daba náuseas de solo pensarlo. Tenía que terminarlo antes de que se saliese de control. —Voy a hablar con él.

Tomé la decisión mentalmente, repasando todo lo que podría salir mal y finalmente giré para mirarle. Vi como levantaba una ceja inquisitivo. —¿Quieres que vaya a buscarle?

—No, eso no será necesario. Voy a hacerlo yo mismo.— Expliqué dejando el vaso de whisky sobre la primera superficie y buscando mis gafas de sol. Estaba sobrio, debía estarlo, teniendo en cuenta la conversación que me esperaba.

—¿Estás seguro? ¿No le darás la idea equivocada?

—Segurísimo. Tómate el día libre, nos vemos mañana.— Y sin darle tiempo a contestar, desaparecí rumbo al garaje.

Tras repasar mi colección de coches, me decidí por llevar el ferrari. No era discreto ni mucho menos pero dudaba que los compañeros de Peter no se hubiesen enterado, a esas alturas, de con quién pasaba el chico las tardes. Traté de preparar un discurso en mi mente, a medida que conducía por las aglomeradas calles de Nueva York. No me llevó demasiado tiempo llegar a mi destino, aunque tal vez hubiese deseado tener un poco más de margen para prepararme. Eché un vistazo a la entrada del instituto, vislumbrando a mi protegido, con su mochila y su sudadera azul, esperando por el coche de Happy.

No estaba seguro de si debía mandarle un mensaje, pitar o simplemente quedarme esperando hasta que la atención del mundo entero estuviera puesta en mi deportivo naranja y Peter no tuviese más remedio que darse cuenta de mi existencia. Vi como levantaba la mirada de su móvil y, por lo que me pareció una eternidad, trataba de descifrar si era realmente yo el que lo esperaba. No debía estar mirándolo de la forma en la que lo estaba haciendo pero mi cuerpo no quería reaccionar. Bajé ligeramente la ventanilla, sin quitarme las gafas de sol. Sus pasos comenzaron a avanzar en mi dirección, tímidos pero visiblemente emocionados. Casi me daba lástima tener que sacar un tema que sabía que lo entristecería.

—Pito Parker, ¿ya te vas?

Fruncí el ceño al ver como, lo que parecían los típicos matones de instituto, lo rodeaban, impidiéndole seguir su camino.

—Ahora no, Flash, no tengo tiempo...— Lo oí decir antes de que uno de ellos lo tomara de la sudadera, levantándolo sin problema a medio metro del suelo.

Decidí que era el momento de intervenir. No era la primera vez que Peter se dejaba golpear, con el pretexto de que "de esa forma los más débiles se libraban del mismo destino". Era gracioso que, en el caso de que se quisiera defender, no le llevaría más de un segundo quitárselos de encima. Claro que, esos idiotas jamás lo sabrían.