¿Realmente eres tú?

Capítulo 4

“Todos a mí alrededor se están yendo.
Los asientos se están vaciando uno por uno.
Me culpo por solo observar.
Que estoy acostumbrado a estar en silencio, es más cómodo.
No hay manera de que alguien me escuche”.
-Blow away, Baechigi feat. Punch.

Me encontraba en mi habitación recogiendo un poco, mientras limpiaba debajo del escritorio encontré una caja de color blanco con tapa negra, decidí tomar un descanso y así veía que había dentro de la caja, la abrí y había un montón de cosas; empecé por ver las hojas de colores dobladas que había, al parecer eran las cartas que mandaría Irene a mi hogar, también se encontraba el suéter que me había regalado pero ese le pertenecía a ella; después de seguir revisando tomé el cuadernillo donde venían algunas notas, me puse a leerlo y llegué a una parte donde Irene contaba como es que había sido adoptada, tan solo tenía 5 años, estaba triste por la disolución de su adopción y ahí fue donde apareció una señora a salvarla, su madre, cuando la vio la cuestionó sobre si la recordaba y que la había visto días atrás en el orfanato Homeless house, también le preguntó si quería ir a casa con ella y así fue como la adoptó, ella nunca se enteró que la niña que ya había visto un par de veces era yo su hermana gemela Iraní; terminé de leer lo que contaba y por un lado me sentí mal, la comprendía y sabía por qué lo había hecho, el que no le hubiera contado Irene a mamá que yo era la niña que había visto y quería adoptar.

Al día siguiente le escribí una nota a mamá donde le decía que yo era aquella niña que había visto primero y que lamentaba el tener que irme, cuando fui rescatada había sido un malentendido. Salí de casa y me dirigí a la estación iría a Detroit a averiguar qué había pasado con mi hermana.

Llegando a Detroit me dirigí al hospital en el que me habían internado cuando sucedió el accidente, le pregunté a una señorita si había estado otra persona que hubiera ingresado el mismo día que yo, le di mi nombre verdadero y dijo que no podía verificarlo, agradecí y me senté en una de las bancas que había, le llamé al encargado de mi caso de aquella vez y pregunté si había alguien más conmigo, dijo que lo único que habían encontrado fue un cadáver, empecé a llorar, mi hermana ¿había muerto? Tenía que confirmarlo.

Me dirigí al lugar más cercano del orfanato donde pudieran estar las cenizas de mi hermana si es que había muerto, revisé en todas las urnas que se encontraban hasta que llegué a una que tenía mi nombre y una foto con los niños del orfanato, había descubierto que nos confundieron nuevamente así como también que Irene había muerto.

Cuando estaba por irme, llegó mi
madre y vio la urna, me miró y empezó a preguntarme que a dónde había ido, me había estado buscando por todas partes, me deslizó su mano por mi mejilla y preguntó si era su pequeña Irene, agaché la mirada y comencé a llorar le pedí perdón por lo que había pasado, Irene me había salvado aquel día, me tomó de los brazos sacudiéndome y después me abrazó diciendo que no era cierto lo que le decía, me soltó y empezó a golpearme diciéndome que era una niña mala y que no debería mentir, realmente estaba mal; se tiró al suelo llorando y diciendo que su hija Irene aún estaba viva, la abracé mientras lloraba también.

Después de eso nos encontrábamos en el auto, me estaba despidiendo de la señora Park, dejaría todo atrás y seguiría con mi vida, le agradecí por todo este tiempo a su lado, me bajé del automóvil y esperé a que se fuera pero al cabo de unos minutos salió del auto y dijo que regresara con ella a casa que aún seguía siendo Irene y que olvidara todo, me preguntó si no quería olvidar todo de nuevo y seguir siendo su pequeña Irene, ¿realmente podría hacer eso? Me sentía tan bien teniendo una mamá y quizás en un futuro me aceptaría por quien soy así que acepté.

Por la mañana me estaba alistando para ir al colegio, ¿podría vivir como Irene? Siempre creeré que estás conmigo para que no te sientas avergonzada viviré sanamente hermana.