Ⓑⓛⓤⓔ | WooChan [Stray Kids]

Treize

1172 palabras.

-Binnie Binnie Binnie -el pecoso picó con insistencia el hombro del chico como había estado haciendo durante los últimos cinco minutos -¡Deja de ignorarme!

Changbin lo miró y regresó la vista a su cuadernillo volviendo a escribir en este, el menor hizo un puchero acomodándose en el colchón, bien, tal vez si se arrepentía de haberle dicho pequeño hyung adorable a Seo Changbin pero no era su culpa que fuera tan tierno, verlo con esa enorme sudadera, el cabello despeinado y los labios rosaditos había sido un ataque directo a su pobre corazón.

-Binnie hazme caso -murmuró siendo nuevamente ignorado por el mayor.

Felix suspiró y se quedó pensando.
¿Qué podría hacer para que dejará de ignorarlo?
Un foco imaginario se encendió en su cabeza, recordó que Changbin amaba acariciar sus orejitas y aunque el castaño quisiera negarlo, él sabía que disfrutaba cuando se ponía cariñoso y exigente de mimos.
Sonriendo se acercó al mayor y haciéndose chiquito se metió en el hueco que había entre los brazos del otro tal como un orgulloso chico-gato, enrolló su esponjada cola en uno de los brazos del chico.

-¿Qué haces, bestia? -preguntó en voz baja tratando de contener su sonrisa.

-¿Yo? Nada -dijo acomodando su mejilla en su pecho y lo abrazó con brazos y piernas como si fuese un peluche.

Resiste Seo Changbin, resiste.

Pensó el castaño luchando contra el instinto de querer acariciar las orejitas del chico rubio, sus ojos viajaron al rostro de su acompañante, lucía tan tranquilo.
Sin darse cuenta trató de contar la innumerable cantidad de pecas que bañaban el delicado rostro del híbrido e inconscientemente su mano viajó hasta la cabellera rubia y rindiéndose acarició las orejitas gatunas que sobresalían.

-No sé cómo consigues que haga lo que quieres -habló indignado.

-Es que soy adorable -dijo sonriendo y un ronroneo llenó el lugar.

-Eres una bestia apestosa -al terminar de hablar el más pequeño lo volteó a ver con un puchero y el ceño fruncido, Changbin rió -No es cierto.

-Ya verás, cuando pueda regresar a mi forma gatuna voy destrozar toda tu habitación.

-Estaba bromeando, mi YongBokie es el más tierno del mundo -dijo agudizando su voz y volvió a reír apretándolo en un abrazo.

-Binnie tonto -reprochó de manera infantil.

-¡LIX! -gritó su hermano entrando de manera abrupta al cuarto -Lamento interrumpir pero te necesito.

-¿Qué...

-No hay tiempo de preguntas, ven conmigo, es de vida o muerte.

[...]

-¿Es enserio? ¿Me quitaste tiempo con Binnie para esto?

Han sonrió nervioso y asintió, puede que para su hermano fuera lo más tonto que existía pero para él significaba la muerte.
Felix suspiró a la par que veía la habitación desordenada de Minho, la cama destendida, los cojines en el suelo, el cesto de ropa tirado y todo por ningún lado.

-¿Rompiste algo? -preguntó, primero tenía que ver la gravedad de las cosas.

-No... Creo -murmuró.

-Dios mío ayúdame con este idiota que tengo por hermano -dijo y dramáticamente miró al techo.

-¿Qué demonios?