T r o i s

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805 palabras.

Chan despertó temblando, abrió los ojos perezosamente y se estiró.

¿Por qué hace tanto frío?

Se preguntó tallando sus ojos cuando su mente hizo clic.
Bajó la mirada y en lugar de ver sus patitas peludas se encontró con dos manos humanas. Casi suelta un grito, se había transformado involuntariamente.
Asustado volteó hacia el chico que estaba a su lado y suspiró, Woojin seguía profundamente dormido soltando ronquidos.
Con cautela buscó ropa del mayor, no quería andar desnudo por todos lados y menos con ese frío. Tomó una sudadera negra junto con unos bóxers y unos joggers y se encaminó al baño que tenía en su habitación después de darle una mirada al reloj en la mesilla.
5:56 a.m
Bien. Dudaba mucho que el peli-azul se despertara a esa hora.

Después de darse una mirada al espejo salió en silencio a buscar a sus hermanos, si él se había transformado era muy probable que ellos también.
Entró con sigilo a la habitación y sonrió, su hermano, ahora en su forma humana, estaba acurrucado contra el pecho del pelinegro con una gran cobija cubriéndolos.
Se acercó y con cuidado los separó, con su mano jaló levemente la oreja rubia del menor consiguiendo que se despertara.
Jisung abrió los ojos como platos y abrió la boca para gritar.

-Shh, ven conmigo -susurró y después de que el chico se vistiera salieron en busca de Felix.

Éste en lugar de estar acostado abrazando al chico, estaba desparramado de cabeza en la cama enrrollado en las sábanas y con la boca abierta. Rieron, Felix era un desastre a la hora de dormir.
Jisung jaló la cola de su hermano, escuchándolo bufar.

-¡Yah! -la voz de Felix estaba aún más grave debido al sueño.

Ambos hermanos le taparon la boca y voltearon asustados pensando que habían despertado al gruñón.

-Tenemos que irnos -susurró Jisung.

-Lix vístete, agarra lo que sea -le ordenó el ruloso en voz baja.

Los tres hermanos estaban encaminándose a la puerta cuando a lo lejos escucharon una alarma y un quejido, a los pocos segundos vieron como Woojin salía de su habitación frotando su rostro. Corrieron por sus vidas hacia la cocina y se escondieron abajo de la mesa, rezando para que el peli-azul no los encontrara.
Vieron como se acercaban los pies descalzos del chico llendo directo a la nevera, escucharon cómo saco algo y la volvió a cerrar; justo en ese momento a Jisung le dieron ganas de estornudar, se maldijo y trató de contenerlo tapando su nariz pero no resultó. Un ligero achu sonó en la cocina.

-Salud -contestó Kim adormilado cuando se dio cuenta de que se suponía él estaba solo ahí.

Chan se movió poniéndose frente a sus hermanos en el reducido espacio, si reaccionaba mal al menos él sería quién recibiría el golpe.
Parecía en cámara lenta como la mano agarraba el mantel y lo levantaba de poco a poco, los tres aguantaron la respiración.

Al momento en el que Woojin levantó la tela por completo se encontró a tres chicos rubios bajo la mesa.

Ah, solo era eso... Espera
¡¿Qué carajos?!

Casi les pareció gracioso como los pequeños ojos del chico se abrieron desmesuradamente para luego soltar un grito agudo parecido al de una cabra y salir corriendo de la cocina, tropezando con la alfombra.
Felix soltó una carcajada siendo golpeado automáticamente por su hermano mayor.
Chan salió a la velocidad de un rayo y se encontró con el mayor apenas parándose del piso pero cuando lo vio caminar hacia él cayó otra vez.

-¿Quién... Quién eres tú y que haces en mi apartamento? -tartamudeó y con dificultad tomó un plumero que estaba por ahí para usarlo como defensa.

-Woojin tranquilo -habló Chan acercándose más.

-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres? ¿Cómo entraste? ¡Aléjate de mí!

Woojin le arrojó una pantufla siendo fácilmente esquivada y sus ojos se chocaron con algo que ondeaba en el aire detrás del chico.
¿Una cola?

-¿Tienen orejas... y cola? -preguntó Kim asustado.

Había escuchado hablar de los híbridos; criaturas mitad humanas mitad animal, que se podían transformar a voluntad a su forma humana conservando algunas de sus características, pero nunca hubiera pensado que sus tres mascotas serían unas.

-Woojin, soy yo -habló el rubio y se acercó temeroso.

-¿Chanie? ¿Tú... -el otro asintió y él se levantó del piso, caminando hacia el ruloso.

-¿Por qué tanto alboroto hyung? Son las 6 de la madrugada -el murmullo de Seo llegó a sus oídos -¿Qué mierda?

La situación era un tanto extraña, los tres hermanos parados viendo como los otros dos chicos los veían fijamente, el castaño con una banda para el cabello rosa que decía I love dark y el peli-azul mirando con adoración al ruloso.

-Esto no va a terminar bien -habló el pecoso analizando el rostro del gruñón.

Ⓑⓛⓤⓔ | WooChan [Stray Kids]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora