Somos mejores amigos. ~[Hinny/Hanny]~ AU ~

II. Al pasar los años.

En un parque solitario, después de la escuela y tumbadas en la sombra de un gran árbol que actuaba como su punto secreto de reunión, había dos figuras.

Harry y Ginny.

Unos años después de aquel mágico (pero desagradable) incidente, allí estaba su amistad. Tan fuerte como los últimos casi 13 años.

Resonaban risas entre los árboles, ninguno tan grande como en el que ellos se refugiaban del Sol.

— ¿Te acuerdas... jajaja... del día que juramos ser... jajaja... amigos por siempre... jajaja... jamás? — decía, entrecortadamente e interrumpiéndose a sí mismo con sus carcajadas, un atractivo muchacho de 18 años, pelo azabache revuelto y luminosos ojos esmeraldas.

Llevaba el terrible uniforme del instituto del pueblo donde vivían, Godric's Hollow. El uniforme lo formaban unos pantalones rectos (que era imposible que le quedasen bien a alguien) y un chaleco a cuadros francamente horrible. Todo azul marino y la mochila a juego.

Pero, aún llevando ese atentado contra la moda, seguía siendo uno de los chicos más codiciados, de esos que incluso tienen clubs de fans locas y obsesionadas.

— ¡Claro! ¿Como no recordarlo...? — dijo soñadoramente una joven pelirroja de 17 años recién cumplidos, increíblemente bella. Ella, al contrario que su acompañante, no llevaba el uniforme del instituto Abbotsford.

Llevaba unos jeans azules bastante desgastados y una sudadera gris clara XL con el logotipo de AC/DC en rojo y negro. Y unas Converse blancas, para rematar; pegan con todo.

FLASHBACK

— ¿Oye, Harry? — preguntaba una pequeña pelirroja de 7 años, Ginny.

— ¿Si, peli? — respondió el muchacho.

— Seremos amigos siempre, ¿verdad? — dijo abrazándose a Harry con todas sus fuerzas.

— Claro, pequitas, para siempre jamás.

— Prométemelo — ordenó la pequeña.

— Vale, testaruda. Tráeme el meñique. Espero que no te arrepientas, porque esto va de por vida. — dijo el niño bien serio.

— ¡No! ¡Hagamos una cosa que vi ayer en la tele!

FIN FLASHBACK

Se miraron unos segundos completamente serios y luego estallaron en carcajadas.

— ¡Ja! Pues menos mal que nos pillaron antes de que nos rajáramos las manos con aquel cuchillo oxidado del descampado e hiciéramos un pacto de sangre.

— ¡Si! Y, oye. Cambiando completa y radicalmente de tema. ¿Por qué no has ido hoy al instituto? No te lo he preguntado antes porque estaba esperando a ver si me lo contabas tú, pero como no... ni modo. Te he estado esperando toda la media hora en nuestro escondite secreto y no apareciste. ¿Te ha pasado algo? ¿Alguien te acosa? ¿Quién es?, que me lo cargo. — dijo despreocupadamente Harry, sabiendo que aunque Ginny era una tía dura por haberse criado con seis hermanos mayores, no se perdía las clases a menudo. Aún siendo una rebelde. — Porque también te he llamado y me has rechazado todas las llamadas.

— ¡No! Lo siento, no pasó nada. Simplemente fue un imprevisto. Michael Corner. — mencionó el nombre del chico, que no muy popular en la escuela, con una expresión de molestia infinita en la cara — Me topé con Corner en el camino hacia el autobús.  Y ya sabes, como ahora Fred y George ya terminaron la E.S.O. y Ron se va con Hermione... Nadie ha podido impedir que me haya perseguido a la carrera.