Comienzo

Confianza

El amor es algo delicado, es la suma de confianza, cariño, devoción, paciencia y un número creciente de obstáculos que deben pasarse en pareja; el amor es caer para levantarse sin soltar sus manos y es besar unos labios con la promesa de que serán los únicos y últimos por ser besados.

Thor y Loki regresan al nuevo Asgard de dos soles como algo más que hermanos y algo menos que amantes. Deciden tomar el tiempo que tienen por delante sin apresurarse pues no importa cuánto puedan amarse, ambos se lastimaron demasiado en el pasado y la desconfianza se abalanza entre ellos como una daga de doble filo.

Las charlas entre ambos se extienden por horas hasta que el sueño les vence. A Thor le gusta escuchar a Loki, rememorar su pasado incluso las cosas malas por las que pasaron; aunque algunas cosas se escapan del Dios del engaño sin que este se de cuenta, y Thor con paciencia llena los espacios vacíos que aparecen y desenreda historias que han sido confundidas con paciencia mientras van creando nuevas memorias.

La vida se desarrolla en aparente calma, caminan por entre las nuevas calles de Asgard haciendo planes sobre el futuro que les espera e incluso a veces se sienten valientes para entrelazar sus manos con la necesidad de sentir el contacto y Thor siente su corazón desbordarse al mirar a la sonrisa de Loki, esa que había olvidado detrás de la sonrisa cínica con la cual se comenzó a esconder.

"¿Eres feliz?" Le pregunta Lady Sif una media tarde unos meses después.

"Sí" le responde él sin ningún titubeó a lo que ella responde con un leve asentimiento para retirarse en silencio.

Ella aún no confía en Loki, duda sinceramente algún día darse incluso la oportunidad de darle el beneficio de la duda. No es que sea mala, es solo que las desgracias de las malas decisiones del Dios del engaño también a ella la alcanzaron; es solo que la paz obtenida pende de un hilo delgado desde que Thor ha decidido traer de vuelta a su hermano.

Asgard llegó casi a su extinción, para luego ser hacinados en la tierra al cuidado de Valquiria quien había hecho un trabajo extraordinario, habían pasado tantas cosas antes de que ella volviera a encontrarse con Thor, de saber que había todavía una parte de Asgard viva y paso a un más tiempo convenciendo al nuevo rey de devolver un verdadero hogar a su gente de ser el líder que todos esperaban que fuera, que necesitaban que fuera.

Y Thor lo hizo, regreso a la tierra por su gente, los llevo a un nuevo planeta donde podrían volver a comenzar pero los soles que brillaban juntos sobre sus cabezas siempre brillantes eran un recordatorio que ella desconocía para el Rey de Asgard.

"Él lo necesita" le había respondido Valquiria con la simpleza de quién anuncia que lloverá mientras las nubes negras tapan el cielo, los rayos lo iluminan y el viento trae el aroma del agua.

Entonces Sif volvió a luchar para que Thor entrará en razón, casi rogó a su rey para mantener la paz de Asgard, pero el se negó a escuchar y siguió su camino hacia la cárcel de su hermana.
Vago entre las estrellas por un camino que solo una vez había recorrido de vuelta a casa.
A su alrededor en medio del basto universo aún quedaban trozos de su planeta muerto, incluso trocitos relucientes del Bifröst. Él no dijo más sobre lo que vió, sobre lo que ella encontró cuando iba de retorno sin saberlo a un hogar inexistente.

¿Cuánto tiempo tardó Thor en encontrar una forma de tener acceso a su hermana sin que está fuera liberada? ¿Cuánto más en convercerla de traer a Loki de vuelta? Habían sido claramente más de los cien años que Loki imaginaba. ¿Cuánto había tardado Thor en acertar la oferta de intercambio de almas? Absolutamente nada. Gustoso se convirtió en un sacrificio viviente.

Y ahora el Dios del trueno finalmente brillaba, ambos lo hacían como los soles que calentaban su nuevo hogar y las palabras de él retumbaban dentro de ella como una tormenta:

"El sol volverá a brillar sobre nosotros".

Habían sido las últimas palabras que Thor le había dicho pronunciará su hermano, Lady Sif las veía como un hechizo que lo había atado, una promesa maldita sobre su corazón.

Y ella no podía hacer ya absolutamente nada, al menos no aparte de quedarse a ver el final de su rey, de temer por sus hermanos asgardianos y del destino que les esperaba cuando Loki quedará solo con esta nueva vida.

Tenía miedo del futuro.

Su pasado lleno de gloria se volvió una pila de cadáveres y destrucción apiladas por debajo de ella, ahora lo que había ayudado a reconstruir se tambaleaba por un amor que no lograba comprender. Repetía diariamente sus pensamientos día y noche sobre lo que había sido, lo que era y lo que no sería en el futuro, pues siempre podría ser peor.

"¿Eres feliz?"  Le preguntó entonces a Loki.

Él la miró y luego al suelo. Saco aire por su nariz con una risa forzada para volver sus ojos hacia ella.

"Por qué tendría que ser feliz, sabiendo que la estupidez de Thor me trajo de vuelta a un sueño que muere con cada aliento de vida que es transferida de él hacía mi"

"Lo sabes..."

"Por supuesto que lo sé."

"..."

"Mi madre Friga me enseñó sobre los principios de la magia, en las bibliotecas de Asgard obtuve el conocimiento que ella por protegerme me guardaba y no te olvides de mis años de exilio. Todo lo que necesitaba saber o no lo busque".

Su corazón se contrajo, y retuvo el aliento por la desesperación de sus peores temores tomando forma.

"Ninguna magia es irreversible. No tienes porqué sufrir Lady Sif, mi magia fue... No importa, sé que no debería estar aquí y se cómo dejar de estarlo a pesar de los inconvenientes actuales sobre mi persona"

"¿Que quieres decir?"

"El sol no dejará de brillar sobre tu rey"

Parecía sincero, siempre lo hacía pero era el Dios del engaño y las mentiras. El embaucador por excelencia que una vez incluso fingió quererla y ella llegó a querer.

No le respondió nada ni espero Loki añadiera algo más a su platica.

Recorrió los largos pasillos del nuevo palacio hasta las calles llenas del bullicio por la gente que iba y venía de sus diversas actividades. Camino hacia las afueras de la ciudad dorada e incluso un poco más allá, lo hizo hasta que sus piernas le dolieron y las lágrimas salieron a borbotones con el dolor de una daga atravesando sus entrañas.

Que Odin la perdonará por cambiar tan fácilmente sus palabras: pero ella quería creer en Loki y en su promesa hecha para el rey del nuevo Asgard.