Grace [H.S]

12.

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Grace mentiría si dijera que sabe exactamente cómo llegó a aquél lugar. Recuerda que el señor Styles había tenido una emergencia y salido rápido de casa. Recuerda estar tan aburrida que revisó cada rincón de la casa por puro aburrimiento.

Encontró el lugar secreto de Harry, aquél mueble en el rincón donde guardaba todo el alcohol. No sabía que Styles bebía tanto, al menos eso juzgó por la cantidad de alcohol. Dedujo que no se daría cuenta si faltaba una botella, así que la tomó y comenzó a beber de ella.

El tiempo pasó, la bebida se acabó y el aburrimiento aumentó.

Sin pensarlo mucho tomó un abrigo y salió de ahí; tambaleante y mareada, excesivamente borracha.

Unas cuadras pasan cuando encuentra un grupo de chicos fumando en una esquina, ellos le llaman y ella va hacia ellos.

—¿Quieres un poco?—Pregunta un chico de ojos rojos y mirada perdida, ella le da una mirada al cigarro entre sus manos y asiente.

—Chica con agallas—Otro de ellos dice, entregandole el propio.

—Gracias, es bueno que lo admitan.

Y fuma, acostumbrada.

Habla con los desconocidos; risas y palabras, pasando un buen rato como hace rato no hacía.

Todo parecía bien. Estaba relajada. Sí, había bebido de mas pero de tanto castigo ya aseguraba que lo merecía. Había hecho amigos gracias a ello.

—¿Vives por aquí?—Pregunta un castaño.

—No. Vine por un tipo que cambiará mi comportamiento, tiene buena reputación.

—¿Quién?

—Harry Styles, se llama así.

—¿Ese señor?, ¿Cómo es que cambiará tu comportamiento?

—Lo hizo con varios chicos antes, ¿No lo sabían?

—Nunca había escuchado algo como eso—Y los otros chicos concuerdan con quien dijo eso.

Todos se quedan pensando, entonces lo siguiente los toma por sorpresa.

Styles regresaba a casa. Sobre un taxi divisa la figura conocida de cierta jovencita en aquella esquina con tipos de mala fama. Pide que lo dejen ahí y baja cuando paga.

A pasos rápidos y largos llega hasta donde la menor, tomándola bruscamente del brazo y llevándola a casa a tirones.

Los problemas comenzaban ahí.