Los tenebris fabula son monstruos que inspiraron las más oscuras fábulas alrededor del mundo. Los venandi fabula son los que inspiraron las historias más hermosas de héroes y princesas.
El encuentro entre un antiguo tenebris y un joven venandis har...
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Después de que Víctor terminara de curar a Jean, Yuri se quedó hasta que la comida para el tenebris llegó. Le sirvió en la misma habitación de Jean e incluso se ofreció a cambiar las sábanas que se habían manchado. Realizó la tarea teniendo cuidado de no despertar al venandis, no fuera a ser que Víctor se enojara con él y alargara su castigo.
—Estaré algo ocupado hasta la noche, pero volveré antes del amanecer —le dijo cuando terminó de comer. El tenebris mayor parecía satisfecho en esos momentos habiendo reemplazado el sabor en su boca por algo más agradable.
—¿Eso significa que puedo darle de comer a tu juguete? —si Yuri no atendía al venandis en esos momentos se arriesgaba a dejarlo morir, solo por el shock de lo que había sucedido. El rubio se encogió de hombros.
—Me tienes castigado, no es como si pudiera atenderlo realmente —repuso sin malicia, Víctor asintió y luego le dio una sonrisa juguetona.
—Tienes mucha razón, entonces, haré lo que me plazca con él hasta que termine tu castigo.
—Haz lo que quieras... —susurró el tenebris menor sin despedirse realmente mientras salía por la puerta dejándolo solo con Jean.
Víctor volteó a ver al venandis. En esos momentos estaba desnudo, cubierto solamente con la sábana limpia que Yuri había traído. Se lamentó de que aún hubiera rastros de sangre y decidió que lo mejor sería limpiarlo correctamente.
Se tomó su tiempo trayendo todo lo necesario a la habitación para limpiarlo y cuando terminó, Jean tenía puesta ropa holgada que estaba limpia. Puso tanto esmero en su tarea que incluso limpió sus uñas y dentro de sus oídos.
Le causaba curiosidad el hecho de querer pasar más tiempo al lado de aquel venandis en específico. Había conocido a muchos en su larga vida y uno que otro le habían parecido interesante, aunque no lo suficiente como para permanecer tanto tiempo a su lado. Sin embargo, tampoco había capturado a uno indefinidamente, mucho menos había tenido la posibilidad de jugar de aquella forma. Usualmente cuando encontraba un venandis, el resultado era que escapaba muy mal herido o lo despedazaba. Por nada del mundo había llevado uno a la casa.
Sin embargo, allí estaba, fascinado con aquel joven venandis que había demostrado confiar en él a pesar de ser un tenebris. Yuri le había quitado la venda cuando había cambiado las sábanas por lo que ahora podía ver los ojos azul grisáceos aun perdidos por la anestesia que había usado en él y le provocaba molestarlo un poco. Su curiosidad le hacía querer ver si nuevamente se acercaría a él para buscar consuelo.
—Jean Jacques —lo llamó con suavidad sentándose a su lado en la cama —¿cómo te sientes? —puso su mano sobre el pecho del venandis en un gesto casual para llamar su atención. Los ojos azules se fijaron en su persona con un gesto desprotegido. La voz rasposa del joven salió un poco adormecida.
