Hoy hace siete años conocí a Clayton, él además de ser mi maestro fue como un padre para mí.
Ahora tengo diecinueve años. Clayton les dio a conocer a las personas que tenía una segunda mano. Pero los últimos años tuve que esconder mi identidad, hoy la revelaría.
Tardé sólo algunos meses para darme cuenta de que las personas que morían por causa de Clayton, no eran inocentes. Como yo. Perdí mi inocencia pocos días después de conocer a Clayton. Vi como descuartizó a un violador, que por años estuvo prófugo de la justicia.
Sobre mi familia, pues no hay mucho qué decir. Ni siquiera sé si me buscaron, aunque eso nunca me interesó. Y es que la verdad desde que lo conocí sólo me a interesado lo que hago.
Él me ha hecho lo que soy y aunque yo no me considero lo suficientemente "poderosa" él no cree lo mismo. Dice que en algunos años más incluso seré más poderosa que él.
Es cierto que él puede llegar a ser el ser más despreciable del mundo, pero la gente sólo cree lo que suponen que está bien. El asesinato es delito, sí, pero como lo he dicho, nadie sospecha que gracias a él no existe otro mal que no sea él.
Hoy me revelaré a la sociedad. Todos me conocen, pero nadie mi rostro. He escuchado de un apodo que me han puesto "serious gril" y no hace falta de explicarlo.
Yo me encargo de las actividades que hace Clayton con las personas. Que para nada son como me hice creer hace algunos años. Tan solo conciste en limpiar la ciudad, así como los lagos, áreas verdes y otros lugares. La gente cree que desde que llegué todo cambio.
Al parecer las personas no me temen, o bueno, no tanto como a mi maestro. Y es que sí, soy un poco más blanda con ellos y de eso me di cuenta tan sólo hace algunos meses, cuando supe un poco más de cómo controlar mi corazón, que a la vez conectara con mis sentimientos.
– Clayton, hoy estaré en garden freak – yo siempre le puse nombres raros a las cosas, no juzguen.
– ¿Estás segura de esto? – preguntó saliendo de su habitación. Asentí.
– De cualquier manera tiene que pasar, no puedo seguir viviendo bajo una máscara oscura – sonrió y se acercó para acomodar mi cabello.
– Entonces estaré ahí – se despidió y salió primero.
Una vez en el jardín principal, siendo domingo por la tarde, había mucha gente. Todos los domingos me reunía aquí para hacer una de las actividades. Hoy sólo lo haría para revelar mi rostro, que claro que nadie se sorprendería, porque aún con mi vida humana ordinaria, nadie me conocía.
Desde el cielo bajé con rapidez, cayendo de pie como un gato, sobre un enorme, no recuerdo el nombre, ¿Escenario?
Las miradas de todos estaban sobre mí. Yo aún llevaba la máscara que por años cubrió mi rostro.
– Hoy no he venido a las actividades – hablaba como siempre, fría sin emociones. Poco a poco más personas se acercaban. A lo lejos vi a Clayton mirándome con una sonrisa – Hoy he venido a revelar mi rostro que por años estuvo oculto ante sus ojos. – Después de esto, todo seguirá igual. A quien se encuentre difundiendo mi identidad, se verá con la necesidad de ser castigado – finalmente al ver que ya era escuchada por varias personas comencé a retirar mi máscara que sólo dejaba a la luz mis ojos.– Mi nombre es Leyla. Y mi maestro es Clayton. Cuiden de sus actos, porque todo aquel que ponga en riesgo su vida o la de otros, será castigado por mi maestro, ahora hagan una reverencia en presencia de él – Clayton se acercó y todos hicieron lo que les ordené.
Clayton dio algunas palabras. Al parecer las personas ya no le temían tanto, a diferencia de cuando recién estaba con él.
[...]
Desde aquel día que revelé mi identidad muchas personas se han acercado a mí. Extrañamente me han, o mejor dicho, nos han visto como ¿"héroes"? Tal vez las personas se dieron cuenta de lo que realmente hacíamos. Además de asesinar. Bueno, aunque realmente Clayton es el del trabajo sucio. Yo sólo me encargo del trabajo fácil.
Sí, muchas personas se han acercado. Muchos dicen conocerme, aunque sé perfectamente que sólo son mentiras para tener compasión de ellos. Aunque en realidad sí hay alguien que reconozco, esa persona sí es familia, pero lamentablemente no lo quiero ver así.
Mi madre. Se ha acercado el mismo día que me revelé, dijo que ella siempre supo que aquella chica era su "nenita". Vaya cosa, ahora sí soy su hija.
Como mi lado amable aún está en proceso no me quedó de otra que invitarla a solas fuera de un lugar público, sin acercarme mucho quería hablar con ella, quería saber qué había pasado con su vida y su familia estos últimos años. Y es que la verdad si me daba curiosidad saber qué era lo que pasaba en aquel lugar desde mi desaparición.
Ella con el hilo de voz que utilizó desde que me habló, me contó todo.
Al parecer ella y papá están de nuevo juntos, a pesar de que ambos tenían una relación aparte, decidieron dejarla después de mi desaparición, según ella la familia se hizo muy unida. Aparentemente mi padre ahora tiene un negocio, no es muy grande, ni se gana mucho dinero, pero él es feliz. A palabras de ella.
Me contó de algo que en cierta parte me lastimó, esto de estar aprendiendo a controlar mis poderes no me deja nada bueno. Ambos, después de regresar tuvieron un segundo hijo, que tiene ahora ya seis años de edad, ni siquiera pasó el año cuando mamá quedó embarazada. Me di cuenta en ese momento que yo realmente jamás les interesé y que aparentemente ahora su vida era más feliz y cómoda.
– Jane – la llamé por su nombre – estoy bien, he estado bien, si te lo has preguntado. Mi relación con Clayton es buena. No quisiera que trates de entrometerte en mi vida ahora, sólo cuida a tu familia y no hagas estupideces – me levanté y le di la espalda. Pero ella me detuvo con su voz.
– Leyla, tú eres mi familia – solté un suspiro y me giré a ella negando un par de veces.
– No te confundas, Jane. Jamás fui tu familia, ni tú fuiste la mía. Tú fuiste quien me engendró, es todo. Nada más que eso. Ahora con tu permiso, tengo que irme – me alcé del suelo y me elevé con rapidez. Dejando en claro que ahora mi única familia es Clayton.