Capítulo 03: Luces De Farol

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- ¡Hola! soy Adriana, creo que tu mamá te debió comentar sobre mi...

- Si, te estaba esperando, pasa por favor, siéntate. - empieza a sacudir la sabana arrugada de un sillón, que hace 5 minutos estaba perfecta - ¡siéntate!

- no, no, gracias, no te quiero incomodar, ¿se puede aquí? - señala el sofá guinda donde estaba Luis hace un momento -.

- claro (se sienta en el sofá gris que está lado izquierdo de frente de ella) ese es mi cuaderno, hay sintetice todas mis dudas y quejas sobre lo que llevo en la universidad.

- ¿quejas? - ve extrañada todo ese cuaderno, más por la delicadeza de los apuntes, siendo la palabra “quejas” lo primero que vio.

- sí, no solo al sistema educativo, si no al modelo de aprendizaje, la escuela se ha vuelto solo una fuente de información y una manera de obtener los papeles que certifique el conocimiento obtenido, pero la misma me ha truncado el objetivo con un grupo de profesores renuentes a colaborar en una verdadera formación para lograr un trabajo estable, por qué en el pasado había demostrado que mis habilidades para aprender eran más hábiles y autosuficientes que los demás, dejándome a la derive y como barrera para poder avanzar, usan la frase 'puedes tu solo' “mira bien como lo hiciste” como si yo aprendiese por telepatía, por no quererme ayudar, haciendo solo el labor que calificar mi trabajo y conocimiento.

- Bueno, por lo que veo, aquí tienen muchas dudas - dice mientras ve todas las hojas subrayadas del cuaderno y notas plegables pegadas a las partes subrayadas que expresan aún más la duda - mira… - dice nerviosa ante aquel personaje - leeré todo esto y después te digo ¿si?.

- claro.

Al verla leer calmadamente, tratando de apaciguar su nerviosismo, se dio cuenta de su “belleza, su linda cara, que se veía que irradiaba dulzura, su cabello castaño que le quedaban tan bien, su manera de vestir tan bella, con esos jeans y esa camisa oscura, se veía, se veía tan bien, a su gusto"

Fueron pasando los días, ella llegaba lunes, miércoles y viernes y para su sorpresa ella le había ayudado enormemente, porque ella se ponía a escuchar y buscaba la manera de resolver sus inquietudes, aunque algunas veces las tenían ambos, tenían ganas de aprender, hasta que llegaron las ganas de conocer el uno del otro.

Era, como él lo recuerda, el día 23, eran las 4:43 pm y ya habían terminado, lo cual era muy temprano, ya que regularmente terminaban rozando las 5:30 pm.

- bueno, creo que eso es todo. (Dice el después de cerrar su cuaderno) si surge algo te llamo.

- Claro, nos vemos Luis.

- espera - dice nervioso- sabes, no se… como terminamos temprano, podríamos platicar un poco.

- claro - se sienta en la silla donde estaba - de que  quieres hablar.

- sobre nosotros - dice tímido -

- ¿nosotros? - dice disimilando una risa -

- no te burles por favor. - mira hacia abajo apenado -

- no, es que acabo de ver a uno de los jóvenes más seguros y severos que había visto en un tierno cachorrito que me da ternura - dice sonriendo, con un tono de voz dulce -

- ¿y eso es...?

- es bueno, porque comprueba que no eres un computador si no un humano, y eso me alegra, mira yo no me había querido meter en el terreno de lo personal por qué lo respeto, pero ya que el que abrió plática fuiste tú, déjame decirte que no está bien que te encierres en el mundo del estudio, te puedes enfermar.

- sí, yo lo sé, pero es difícil socializar con gente que no te entiende y que te ve como un 'computador amargado'

- tampoco dije eso.

- no, pero mis compañeros si lo hacen, por eso estoy solito.

- ¿no tienes amigos?

- tenía uno, con el que me sentía bien, de hecho él era más nerdo y solitario que yo, pero desde que tiene novia, ella se volvió su mundo y los demás son compañeros que, si estimo, pero no les confiaría ni un pan tostado.

- y ¿a mí me confiarías un pan tostado?

- si, por eso abrí plática.

- pero no sabes mucho de mí.

- pero ¿puedo saber más, no?

- pero, ¿acaso recuerdas lo que ya te comenté?

- Te llamas Adriana, tu edad ronda entre los 20 y 25, te gustan los aromas como la vainilla y usas mucho la palabra pero.

- bueno, de ahí solo está mi nombre.

- es que aparte de tu nombre y sobre temas de la escuela, no me has dicho nada sobre ti, lo demás es porque lo he visto.

- está bien, tienes razón, mi nombre es Adriana Moreno, tengo 28 años, soy soltera, sin hijos, soy nacida de aquí y cumplo años el 14 de Febrero.

- y ¿sabes cuál es tu signo zodiacal?

- no, ¿por qué?

- por nada, ¿y tu tipo de sangre?

- B negativo

- ¡¡igual que el mío!!

- ¡¡que coincidencia!! Mira tú, y ¿por qué las preguntas?

- son unas pregunta que a veces hago, por curiosidad.

- para saber la importancia de las necesidades humanas, ante un entorno realista y otro que da calma espiritual. Cómo lo es saber tu tipo de sangre por prevención y lo que supuestamente te depara en el futuro, a través del movimiento de los astros ¿No es así?

- si, como...

- yo he sido más perceptiva. Por ejemplo puedo decir que te gusta mucho la música del “new age”, instrumental y ambiental, que prefieres los entornos calmamos y tranquilos y a pesar de que te gustan los entornos ambientales y verdes tus vestimentas son opacas.

- bueno, todo eso lo sabes porque estás en mi habitación donde tengo mis cosas privadas.

- sí. ¿Eso es?

- un mérito pero no muy grande.

- eres muy gentil, sabes…

- lo siento, no se - dice nervioso -

- no te preocupes, prefiero la gente sincera, sabes, pienso que, 'quien bien te quiere, bien te hará sufrir'

“Quien bien te quiere, bien te hará sufrir...” Dice mientras sigue viendo aquellos postes que le llaman a recordar  a los cables de los postes, que lo invitan a colgarse.

¡¡Como no lo pude ver!! - dice, al darse cuenta que el automóvil de enfrente empieza a moverse y que debe avanzar -

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2019 ⏰

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