II

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Un estruendo entre metales y los gruñidos y jadeos de cansancio eran escuchados por las personas presentes. Corrió con velocidad y agilidad hacia su contrincante, con la intención de asestar tan siquiera un golpe, más no fue posible pues su ataque fue interceptado por el otro. Un nuevo gruñido de frustración ahora combinado con enojó salió de su boca. Causando la sonrisa llena de burla en su contrincante, que solo lo irritaba más.  Trato de cortarle la cabeza por su atrevimiento pero un grito con autoridad los detuvo.

—Es suficiente....—Hablo Hiroshi que acababa de llegar al jardín.

Su esposa e hijas lo saludaron cálidamente, a igual que las damas de compañía de cada una.

—Sin duda es muy bueno....—pronuncio con una cálida sonrisa.

Tenía pensado responder con emoción y respeto por su halago, pero su acompañante se le adelanto.

—Lo es...pero aún le falta mucho...—dijo con seriedad.

El bufo en respuesta.

—Claro que si... aunque...—callo por un momento— será tan bueno como mi hija?...

Ante esa declaración ambos se sorprendieron, pero más el menor que su vista fue a parar a Kuroe quién estaba sentada de manera refinada, postura digna de un miembro de la familia Hyoukawa.

—S-Señor acaso la señorita Kuroe  s-sabe??....—su acompañante no podía terminar de hablar.

—Sabes Kenjutsu??...—pregunto mirando a la peliplateada.

Ante tal falta de respeto, su compañero le propinó tremendo golpe en la cabeza por su impertinencia.

—Idiota!! Ten más respeto!!!...—en su mirada se veían las llamas de furia.

Más no obstante unas risas los desconcertaron, miraron a la familia Hyoukawa que reía levemente.

—Señor perdone la impertinencia de mi compañero pero es que....—se callo al ver que Hiroshi levantó su mano.

—No te preocupes, no nos molestó...—miro a su hija que le sonrió— y respondiendo a tu pregunta joven, si mi hija sabe Kenjutsu y debo decir que es muy buena....

Ante eso sonrió con altanería.

—Le importaría tener un duelo conmigo señorita Kuroe?....—pregunto haciendo una reverencia.

Su formalidad le causó terror a su acompañante, lo supo al ver que tembló.

Escuchó una suave risa, que hizo que levantará su cabeza. Kuroe sonrio para ponerse de pie y mirar a su padre, quién sonrio y asintió dandole su permiso. Ante eso la doncella de Kuroe salió corriendo a los aposentos de su señora, rápidamente llegó de nuevo en el momento que Kuroe bajaba al jardín. Quien tomo la katana blanca que su doncella le extendía, para agradecerle con una sonrisa.

Camino hasta quedar de frente con el chico que la había retado.

El sonreía con victoria, sabía que las jóvenes de clase eran muy delicadas, así que sería muy fácil derrotarla. Asi ambos desenfundaron sus katanas listos para el duelo.

Con rapidez el se lanzó al ataque para derrotar a Kuroe, tal fue su sorpresa cuando la peliplateada sonrió con sus ojos entrecerrados y de un rápido movimiento lo había desarmado, haciendo volar su katana hasta clavarse en el suelo.

Pronto sintió que el viento era cortado, además de sentir el frío metal en su garganta. Kuroe tenía su katana puesta en su cuello con una mirada sombría llena de sed de sangre, ante lo cual se sentía abrumado.

¿Sin Fin?  #LADC                                               [ Adriloe ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora