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  Calles vacías


Ella se miró al espejo, no le gustaba mucho hacerlo, tampoco solía hacerlo muy seguido.

Tomó unas prendas de ropa, no perfectas, no a la moda, no le quedaban como le hubiera gustado, ni tampoco resaltaba con ellas, pero igualmente se las puso.

En su cara predominaban unas oscuras ojeras, una expresion cansada.
El día estaba vestido de gris y de agudizante lluvia y la mañana recien comenzaba.

En las ventanas las gotas de lluvia creaban un patrón de puntos y a su vez un ritmo latente mientras chocaban contra el fino cristal.

"Quiza hoy vaya a visitarlo" se planteó victoria debatiendo metalmente entre si visitar a su hermano, o esperar un poco más, despues de todo ya habia pasado un tiempo desde la ultima vez que lo habia visto.

Pero ella no queria pensar en eso, su cuerpo, debil y su mente marchita estaban cargados de ese problema. Ese tema ocupaba su mente casi todo el día, y toda la noche.
Sentia que se asfixiaba, su mente la ahorcaba.

El timbre sonó

- ¿Quién es?- preguntó

- Sofía- dijo la voz detras de la puerta.

- ¿qué necesitas?- pregunto victoria con una vocecilla mas aguda de lo normal, y que denotaba cierta impaciencia, mientras abría la puerta.

- Hacía mucho que no te veía, y quería saber como estabas-

- no creo haber faltado tanto-
como era de esperarse, Sofi miraba a su amiga con esos ojos avellana comprensivos, esos ojos tan hermosos y con esa mirada tan profunda. Su boca hacía una pequeña mueca, como una sonrisa condescendiente.

-estoy muy bien igual, ¿vos como estas?-
De nuevo, esa mirada.

- bien bien. De hecho, el profe me pidió que venga a hablar con vos; me dijo que estaría bueno que vayas a las clases así no perdes el año, así terminas la carrera- dijo mientras se rascaba el pequeño lunar de su mejilla.

- que raro, había hablado con él y me dijo que no había problema si no iba por un tiempo- Angela se rascó la cabeza en desentendimiento, le resultaba muy expraño que de repente todos actuaran tan raro, era desconcertante ¿Por que todo el mundo esta tan alterado, tan sofocantemente alterado?

Para mi el mundo últimamente esta tan quieto, tan calmo, que hasta puedo sentirlo entre la yema de los dedos.

-Victoria eso fue hace 5 meses. No podes detener tu vida de esta forma, a él no le gustaría- había pasado un límite

- ¿qué sabes vos que le gustaría a él?. Ni siquiera lo conocías- Sofía hizo una mueca, pero no supe descifrarla, ni victoria tampoco. Quizás de arrepentimiento, de miedo, de recelo o a lo mejor de desdén.

-¿Sabés qué? Tenes razón, pero yo también. Pensalo, el mundo no se puede deter cuando alguien muere. Si fuera así el mundo habría terminado milenios atrás- sonrió y se rió de su propio chiste, pero realmente no victoria no le encontró la gracia, aunque yo sí. Tenia toda la razon, yo siempre fui justa, eso me caracteriza aunque no lo creas.

-No quiero que nunca pases por algo así. No se lo deseo a nadie; pero me gustaría que supieras cómo se siente, para entender un poco lo que estoy pasando- dijo mientras la saludaba con la mirada y cerraba la puerta.

La pequeña mujer, luego tomó el telefono, y marcó el numero del que por 8 años consecutivos fue su profesor, tengo entendido. Su instructor y un gran pilar para ella

Y esperé. Silenciosa, a su lado.

-¿hola?-

-hola- una sonrisa se le escapó. Era reconfortante escucharlo de nuevo.
Ya suficiente tiempo habia perdido de mi apretada agenda para ver a la niña de los colores sobre el hombro. Ahora debía de seguir mi paso.
Lamentablemente para ella, me volvería a encontrar dentro de poco

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2023 ⏰

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El hombre de los colores sobre el hombroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora