Capitulo 1

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"Solo tengo una hora".
Repetia Francisco en su cabeza tras saber que su querida primita le habia dado el permiso de solo una hora de hacer lo que quisiera con "el bebe de Mizuki"

Se dirigio a la puerta del sotano con unas llaves. Introdujo las llaves al cerrojo, al darle la ultima vuelta y escuchar el crujido de esta, su mente se induno con una extraña sensacion de alivio y gusto.

Bajo las escaleras con mucho cuidado. Cuando termino de bajarlas se encontro con la tierna sorpresa de encontrar a Mizuki dormido acorrucado con un dedo metido en su boca.

Se hacerco siguilosamente y le empezo acarisiar su hermosa cabellera, con el color de un azul muy palido, que reemplazo al color azul marino. Este Francisco le agreda mucho el nuevo color, aunque luego se entristecia al recordar que ese color fue conseguido por medio de abusos y golpes al muchachillo. Pero este siempre concideraba que era muy agradable la sensacion de acariciar su cabello era tan suave, como un algodon de azucar, y los risos, esos lindos risos que lo mataban cada vez al deslizarlos entre sus dedos.

Poco a poco Mizuki empezo a abrir sus 2 ojos color amatista. Debido a la poca luz que entraba en el sotano no se dio cuenta al instante, de la persona ahi presente a su lado. Pero al pasar unos cuantos minutos su vista se ascostumbro a la oscuridad, vio a su lado a Francisco. El instinto inmediato de su cuerpo fue alejarse, de una persona que junto con otras lo han estado lastimando esos meses encerrado en aquel maldito sotano.

-Solo tengo una hora-. Esas son las unicas palabras que salen de la boca de Francisco.

Para Mizuki esas pocas palabras estremece cada parte de su cuerpo, sabia el significado de esa frase. Se la decian cada vez que llegaba un nuevo cliente.

-No, por favor hoy no-. Decia casi susurrando el pobre de Mizuki. No queria sentir esa desagradable sensacion en su cuerpo. La primera vez que lo paso, se lo hizo a la fuerza. Todavia recuerda sus lagrimas callendo por su mejillas y el dolor que le provoco, y a su abusador disfrutando cada momento.

El sabia que no lo dejaria sus malebolas intenciones. Intetando alejarse de su agresor gateando hacia atras pero es total inutil tiene encadenado a su pierna izquierda una larga cadena que llegaba al muro de concreto.

Vio a su mano levantada, en ese momento penso, como seria la golpisa que se daria larga, dolorosa y llena de insultos hacia su persona. Se sorprendio, porque Francisco en vez de utilizar sus manos para golpearlos, las utiliza para acarisiar su cabello, deslizandola cuidadosamente hasta llegar a su barbilla, sosteniendola con el dedo indice y pulgar.

-Muy bien lo entiendo. Has tenido una semana muy larga y agitada-. El lo sabia perfectamente todo los clientes que atendio esta semana eran hasta 5 por dia. Una vez llegaron 6 hombres pidiendo a Mizuki por 5 horas. No supo muy bien lo que paso en ese tiempo, pero cuando se fueron y entro al cuarto encontro al su pobre "bebe" acostado en la cama profundamente dormido, solo una sabana tapaba su cuerpo desnudo y fragil. Su prima Sara y su hermano Victor intentaron regresarlo al sotano, pero Francisco los convencio que no lo hiciesen que lo dejaran descansando esa misma noche en la cama, a la mañana siguiente lo regresarian al cuarto del subsuelo. Asi lo hicieron. Despues de unos momentos regreso al presente, viendo la cara de un Mizuki desconsertado con sus acciones-. Te traere comida y luego te daras un baño.

Francisco se levanta, sube las escaleras y sale por la puerta cerrandola. Dejando a Mizuki pesando es como uno de sus secuestradores se pude portar tan diferente de un dia para otro.

Sus pensamientos son interumpidos cuando oye la puerta abrirse y por ella entra Francisco con una bandeja. En ella llevaba un plato de sopa aguada con verduras, ensalada, un filete de res y un vaso de limonada. Al ponerse lo a Mizuki para comer, este come todo a una velocidad imprecionante, el pobre chico considera esa comida como gloria, considerando que casi siempre para comer le traian agua y pan.

Este al terminar de consumir, los alimentos. Francisco saca de su pantalon saca unas llaves para abrir el seguro del grillete de la pierna izquierda. Al abrirlo Mizuki por un instante siente un pequeño momento de libertad de poder pararse.

En eso, el mayor toma el brazo del chico para llevarlo al baño, el menor no puso resistencia, sabia el perfectamente lo que pasaria si se oponia.

En el instante, que llegan al cuarto ya mencionado, Mizuki se encuentra mirando una bañera llena de burbujas, este queria que este Francisco ya se retirara para poderse desvestirse y dirigirse a ese monton de burbujas. Pero no realiza esa accion, entoces voltea la cabeza a direccion donde este se habia sentado en un banco.

- No te preocupes haz como que no estoy aqui-. Dijo sin quitarle el ojo encima al muchachillo.

Como ya no tiene mas opcion que darse la duña frente a ese hombre. Empieza a quitarse las 2 unicas prendas de ropa que trae que es una blusa blanca tan larga que le llega a los muslos y su calzones. Al terminar se sumerge en esa bañera, de manera timida agarra el shampoo, se comienza a restregarlo por todo su cabello rizado, para despues enjuagarlo. Repitio esos mismos pasos en su cuerpo. Cuando estuvo a punto de terminar quitarse toda la espuma del cuerpo:

-Ire por la ropa. Si terminas ahi esta la toalla-. Se levanto de la silla salio de la habitacion.

Al terminar, de bañarse coge la toalla que estaba sobre la topa del inodoro y se la pone alrededor de la cintura. Se dirige al espejo al ver su rostro con unas grandes ojeras y marcas de heridas que habian sido cubiertas con maquillaje, que se cayo al darse la ducha.

En eso, entra Francisco con la ropa.

-Mizuki bebe ¡y esas heridas!-. Se lleva la sorpresa de ver el cuerpo del muchacho lleno de moretones, raspadas, cortadas, chupetobes y mordidas.

-Esto no te preocupes simplemente se cubre con maquillaje y ya-. Dice Mizuki con una sonrisa fingida en el rostro.

-Nada de eso cuando termines de vestirte te curare las heridas-. Para ser sinceros en ese momento, el menor sintio como si le estuviera hablando su madre.

Francisco lo ayudo a vestirse, la vestimenta de Mizuki fue la misma un boxer y una camisa extremadamente larga.

Luego en la repisa del baño que tenia funcion de botiquin, el mayor saco arnica, alcohol, algodon, gasas, vendas y curitas. Comenzo por untarle el alhocol con algodon en las raspadas, cortadas y mordidas, el arnica en los moretones y chupetones. Finalmente, depeniendo del tamaño y gravedad de las heridas las envolvia en vendas, le pegaba curitas o colocaba gasas.

Termino de hacerle las curaciones necesarias a Mizuki y se pusieron a charlar ( bueno si charlar se significaba que Francisco solo hablara, mientras que Mizuki lo oia).

Pasaron unos minutos, se oyo como si una puerta se abriera. Eso solo queria decir una cosa, que su hermano y prima han llegado a la casa.

En ese, momento cargo a Mizuki entre sus brazos. Fue muy facil, pues el muchacho no resaba el peso de 60 kilos, por la poca comida que le llevaban. Abrio una de la puerta de un cuarto. Se encontraba una cama donde acosto al al muchacho, para despues acabijarlo y deserlas las buenas noche, platandole un conto beso en los labios.

Para enseguida, retirarse del cuarto apagando la luz y cerrando con llave la puerta del lugar, dejandolo en oscuridad total, por la falta de ventanas.

Mizuki solo se quedo acostado en la cama viendo las acciones de Francisco al irse solo cerro los ojos para poder dormir en esa comoda cama. Disfrutando que esta noche no dormiria en el frio y humedo sotano.

EncierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora