Capitulo 2

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Mizuki desperto en la cama donde fue acostado a dormir el dia anterior. No se sorprendio al ver que su pierna derecha habia sido encadenada a unas de las patas de la cama; sabia que lo hacian para evitar su escape como ocurrio la primera vez.

Apesar de la oscuridad del ese cuarto, el sabe que es de dia. Al ver por debajo de la puerta la entrada de los rayos amarrillos caracteristicos del sol.

Despues de unos minuto de estar despierto, abre la puerta Victor. Lo volteo a ver con caras de pocos amigo. Para darse la vuelta, bajar las escaleras y irse a la cocina. Donde en unos de los cajones agarra una correa y llaves.

Enseguida, vuelve a subir y entrar al cuarto de Mizuki. Le quita la cobija que lo cubre, con la intencion de quitarle la cadena del pie, se topa con la sorpresa de tener los brazos y piernas; llenas de vendas, gasas y curitas.

-Hay mi hermano. Se preocupa tanto por ti-. En su voz se nota un tono de frialdad y repulsion asi el muchacho-. Sabiendo que tu eres solo nuestra diversion y ganancia de dinero extra.

Al terminar de decir esas palabras le pone la correa alrededor del cuello de Mizuki. El piensa que el ya se desahogo con solo decirle esas frases, pero esta muy equivocado. Asegura el extremo de la correa a unos de los barrotes de la cabecera. Entonces le empieza a quitarle una venda; esta cubria una gran y pofunda cortada de la pantorrilla izquierda.

-¡Alto! ¿¡Que haces!? ¡Detente!-. Mizuki con sus delgadas y debiles manos, intenta quitar a las grandes y fuertes de Victor.

-¡Sueltame maldita basura!-. Le grito esto con gran enojo. Al mismo, le dio una cachetada tan fuerte que lo mando a rebotar en la cama.

Cuando termino de quitarle la venda a la herida la utilizo para, amarrarle las manos detras de la espalda y mordaza.

Empezo viendo detañadamente la cortada. Con sus dedos indice y pulgar, expandia y contraia. El joven sentia un pequeño ardor.

Pero sin previo aviso, de golpe Victor mete su dedo pulgar a la herida. Causandole a Mizuki un terrible dolor, haciendole pegar un grito ahogado, por la mordaza y lagrimas resbalaran por sus mejillas.

Lo unico, que en ese momento se le ocurrio hacer fue, empezar a lanzar apatadas de su pierna libre (la derecha).

-¡Ya calmate! O si quieres empezamos abajo a jugar a la muñeca, y talvez invita a Sara para tener mas diversion-. Al decir estas palabras Mizuki dejo de patear.

El chico deseaba, que Victor terminara a pesar de no ser un castigo tan fuerte como otros anteriores, su cuerpo esta tan lastimado por tantas torturas, volviendose muy delicado. Su sangre manchaba las sabanas blancas, de un color carbenci.

En esos instante, el chico se dio por vencido, de la posilidad de alguien salvarlo de tan dolorosa situacion, era nula. Hasta que oyo como se abria la puerta. Por esta entrando Francico. De forma inmediata empuja a su hermano, haciendo que este dejara de sentir dolor.

Francisco se dedico a quitarle la mordaza y desatarle las manos a Mizuki. Despues seco sus lagrimas con las mangas largas de su pijama.

-Por favor, hermano pasame las llaves para liberarlo-. Se paro en frente de Victor y con una voz muy seria se lo dijo.

-Ay, por Dios tratas a ese chico bien. Como si no hubiera sucedido lo de esa noche-. Se levanta. La ultima frase fue dicha en forma de susurro. Pero penetran muy a dentro de la persona de Francisco.

-Eso paso ya hace mucho tiempo. Ademas no intentes conviarme el tema.

-Bueno aqui tienes tus dichosas llaves-. Le lanza a su hermano en la cara las llaves. Luego se gira, saliendo del cuarto azotando la puerta.

Francisco decide no constentarle a la persona que comparte su sangre, no quiere causar una dicusion y que a raiz de esta Mizuki la termine pagando. Vuelve a la cama donde esta el muchacho le quita el seguro a la correa y la cadena de su pierna derecha.

Este sale de la habitacion en busca de una aguja y hilo, por la razon de la hora mas profunda cortada del chico. Mizuki quiso aprovechar, ese breve tiempo sin vigilancia que le habia dejado sus captores para escaparse y ir en busca de ayuda. Pero porque no lo hacia, se quedo ahi sentado en la cama, cual era su razon, el terrible dolor de su pierna sangrante, sonaria un muy pretexto, no realmente esa no era la verdadera razon. Perderse en el bosque y morir por el ataque de un animal o de hambre. Era una posiblidad. Pero que es lo que realmente sucedia, el miedo. Miedo a que. ¿Que lo rechazaran por lo que le paso? O ¿Volver al mundo exterior, estando espuesto? La verdad es que ni el mismo lo sabia.

Por la misma puerta donde salio, entro Francisco con la aguja y hilo en la mano. Se encontro al joven en la cama, con la cabeza agachada. Se lavo las manos. Toma el hilo lo inserto en la aguja. Calculo cuanto necesitaba para coser la cortada de Mizuki. Lo corto.

Empezo a revendarle la herida. El muchacho solo se dedicaba hacer muecas causasas por el dolor. Francisco intentaba no provocarselo, pero era inevitable. Cada puntada, atravesaba la carne del joven sacandole sangre y una que otra lagrima. Al terminar de hacerlo le dijo

-Esto es lo mejor que he podido, hacer por ti mi bebe, si quieres puedes pasar todo el dia aqui.

-Solo dejame en el sotano-. Contesto estas palabras. No deseaba meterse en mas problemas que lo afectaran negativamente el resto del dia.

-Esta bien. Como te guste-. Tomo con cuidado a Mizuki ayudandolo para conducirlo al sotano y dejarlo ahi.

Sentia sorprendido en su interior. El sabe perfectamente que a su bebe no le agrada quedarse en el sotano, entoces porque le pidio, irse a ese lugar que tanto le molestaba.

Al llegar abajo lo sento con mucho cuidado, para asi no lastimarlo mas de lo que ya estaba. Al cerrarle el grillete en su tobillo derecho sintio una gran tristeza. Al ver su rostro, solo veia a un chico debil, indefenso, lastimado y avergonzado. Se estaba arrenpitiendo de hacerle daño al muchacho. Talvez si.

Se retiro de la habitacion sin decirle nada, simplemente le acario la cabeza tocando esa gran cantidad de rizos despeinados.

Cuando cerro la puerta. Se dirijio a la cocina, vio el reloj las 11:00 a.m., puso agua a calentar, para prepararse un cafe.

Mientras el mismo se preguntaba a si mismo, desde hace que tiempo se preocupaba por el bienestar del muchacho y el porque. No lo sabia talvez lo que paso esa noche. Recordo las palabras que le dijo su hermano. Generando un escalofrio en todo su cuerpo. Sabia todo el dolor y sufrimiento que le hizo sentir al muchacho esa noche, junto con anteriores torturas. En ese momento se le quitaron ese pensamiento, por el chillido del agua hirviendo. Recordaba aun asi todo lo que hizo.

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