𝕍𝕠𝕝.𝟚 Avengers Reaction ( Pedidos Cerrados)

Stephen Strange

Dedicado a matildiwinky007 espero que te guste 😉

No tenías ni idea de como habías terminado con tanta galletas, pero no te quejabas, ¿existía algún término medio para saber cuando las galletas eran demasiadas?

Podrias llevar algunas a Kamar Taj y a la Torre de los Vengadores y aún así te sobrarían galletitas.

Te distrajiste con la música navideña y el espíritu festivo y horneaste galletas para un regimiento.

Había harina por todas partes y un montón de platos sucios que te mantendrían ocupada durante la siguiente hora. Por no mencionar el desastre de la batidora, moldes y demás para hacer glaseado y decoraciones para las mismas.

Pensaste en limpiar todo con un hechizo, pero la deshechaste al darte cuenta de que no tenías nada más que hacer en todo el día.

Mientras esperabas que se enfriasen las últimas galletas para decorarlas, comenzaste a limpiar la cocina.

Habías recogido varios platos y los estabas lavando cuando te pareció escuchar el sonido de un portal abriéndose y cerrándose y te pareció ver las chispas naranjas. Pero creíste que eran imaginaciones tuyas.
Seguiste escuchando ese sonido dos veces más, la tercera supiste que no eran imaginaciones tuyas.
Te diste la vuelta pero no viste nada, lo que sí viste fue que faltaban galletas.

Las cambiaste de sitio para que el "ladrón mágico" dejase de robarte las galletas y gritaste a todo pulmón.

- STEPHEN STRANGE, DEJA DE COMERTE MIS GALLETAS!!!!! - te lo imaginabas sentado en la cama con el libro en la mano y su risa profunda que tanto te gustaba burlándose de ti.

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- ¿ Tenemos que ir?

- Si, así que, sssshhhh.

- ¿ Por qué?

- ¡ Por que es una fiesta de Navidad!

- Pero no tenemos porque venir.

- Si tenemos!

-¡¡¡¿POR QUEEEE?!!!

- Por que Tony nos ha invitado.

Sentiste una presencia detrás de ti y detuviste la ridícula discusión con Stephen.

- Hola T/n! - era Peter. Llevaba un bonito gorro de Papa Noel y un divertido suéter rojo con renos y unos duendecillos.

- Hey, Peter! - el adolescente os sonrió y te entregó un sobre rojo - esto es para vosotros, he hecho tarjetas navideñas para todos... Aunque no se me da muy bien 😅

- Gracias, Pet. - le diste un abrazo mientras Peter se sonrojaba ligeramente.

- Parece de mal humor, Dr. Strange - la razón por la que Stephen estaba malhumorado no solo era por tener que asistir a una estúpida fiesta navideña, sino también por tener que usar un par de astas de reno, decoradas con demasiado purpurina para su gusto.

- Hola, hechicero o debería decir Rudolf! - Tony se acercó a vosotros con un trago en la mano, no era el primero de la noche (ni tampoco sería el último).

- Stark - saludó simplemente Strange, con una inclinación de cabeza.

Mientras charlabais animadamente con Tony, pudiste escuchar risas y gritos al otro lado de la sala de fiestas.
Natasha iba corriendo mientras sujetaba un palo con un trozo de muérdago colgado y perseguía a la gente por todo el lugar mientras Clint y Thor animaban.
Steve y Bucky le pedían que parase, al tiempo que Pietro la animaba a seguir.
Tu y Peter os echasteis a reír mientras Stephen rodaba los ojos por enésima vez esa noche.

Antes de que te dieses cuenta, Natasha avanzaba rápidamente hacia vosotros y ahora el muérdago colgaba sobre tu cabeza y la de Stephen. Sentiste que te sonrojabas al ver que todas las miradas se dirigían hacia vosotros. El hechicero suspiró sonoramente, pero enseguida posó sus labios sobre los tuyos, demorándose en separarse. Luego de separarse de ti, escuchaste los vítores y aplausos del resto de la sala.

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De la mano, caminabais bajo el cielo estrellado de la noche navideña de vuelta al apartamento. Temblaste ligeramente al sentir el frío de la noche y viste como Stephen se sacaba su bufanda para ponerla alrededor de tu cuello. Le miraste y no pidiste evitar estallar en carcajadas.

- ¿ De qué te ríes?

- Tu pelo está cubierto de nieve. - inconscientemente se pasó una mano por el pelo. Te frotaste las manos y trataste de entrar en calor - tengo la cara helada, casi no siento ni los labios.

- Eso tiene fácil solución. - Stephen volvió a besarte por segunda vez esa noche. Puso ambas manos sobre tus mejillas mientras las acariciaba con sus pulgares y sentiste tu cuerpo pegado al suyo.

- Sabes igual que mis galletas.

- No deberías haber hecho tantas...

En el GIF : Emily Bett Rickards