⇢ ʙᴀɴɢᴛᴀɴ ʀᴇᴀᴄᴛɪᴏɴs +18

✾YoonGi's birthday✾

[🍑]

Ataste las muñecas de YoonGi con una bufanda de seda que habías conseguido para su cumpleaños hace unas semanas, enrollando el material para formar un lazo apretado para que no pudieras soltarte.

Eso era nuevo para ustedes, tu estabas en la posición dominante y YoonGi parecía vulnerable. Mientras estuvo lejos debido a la gira, te sentías sola y sacaste uno de los juguetes que te había comprado para después conectarte a Internet y entretenerte un rato. Mientras navegabas por algunos sitios de pornografía, te topaste con un video donde el hombre estaba esposado a la cama, y las mujeres se sentaron encima de él y le dijeron que era un buen chico.

Ese se convirtió en tu video favorito en ese momento, viéndolo una y otra vez cuando el estaba ausente.

Pero la noche pasada, mientras YoonGi estaba lamiendo una y otra vez, se te escapó, te habías quejado de que era un buen chico, y le gustó.

Nunca habías follado tan fuerte en su vida, algo se salió de control en él cuando pronunciaste esas palabras. Una vez hecho eso, te preguntó de qué se trataba y le explicaste tu fantasía.

Así que ahora que estában ahí, YoonGi entró en la cama solo con sus bóxers, con las manos alzadas por encima de su cabeza, el pecho subiendo y bajando rápidamente mientras estabas sentada en su estómago, con las manos sobre su pecho.

—No estoy seguro de esto.—YoonGi tragó saliva. Lo miraste tristemente y asentiste moviéndote para desatar sus cuerdas.

—Espera, espera.—Te detuvo y te miró a los ojos. —Solo ... si se pone demasiado..raro paremos, ¿de acuerdo, jagi?.

Sonreíste y asentíste, inclinándote rápidamente para presionar tus labios contra los suyos.

—Gracias.—Susurraste contra sus labios, besándole la mejilla y bajándo hacia la mandíbula y el cuello. El tiró de las cuerdas.

Chupaste su cuello y dejaste una marca, tus manos pasaron por sus duros pezones. Sonreíste contra su cuello mientras pellizcabas sus pezones, tirando de la piel y clavando tus uñas en la carne sensible. Se curvó por lo bajo, golpeando sus caderas con dureza.

Continuaste bajando y besaste su pezón, ahora rojo. Pasaste tu lengua por la piel antes de fruncir tus labios y chuparla suavemente.

Volvió a jadear mientras rozabas tus dientes sobre su piel antes de pasar al otro pezón y hacer lo mismo. Todo el tiempo, él estaba tirando suavemente de las cuerdas, maldiciendo repetidamente mientras le dabas placer.

Comenzaste a mover tus caderas contra él, tu ropa interior de encaje frotando contra el algodón de sus ajustados boxers. Gimió y echó la cabeza hacia atrás, tirando con más fuerza de la bufanda antes de mirarte una vez más.

—Vas a pagar por esta bebita—, prometió.—Solo espera.

Reiste, sentándote completamente sobre su entrepierna y meciéndote más y más fuerte que antes. Volvíste a su pezón, pellizcándolos de nuevo. Parecía muy adolorido. Siseó y echó la cabeza hacia atrás de nuevo, tensando el abdomen mientras su cuerpo temblaba.