Suspiraste y lanzaste el móvil a un lado de la cama, cansada y aburrida de navegar por Facebook encontrándote con lo mismo de siempre.
Te sentaste sobre la cama y estiraste un poco los brazos antes de levantarte e ir por un vaso de agua llevando tu móvil contigo; creíste que ese día sería aburrido como los otros hasta que recibiste un mensaje de tu mejor amiga invitándote a pasar el resto del día con ella, aceptaste sin pensarlo mucho ya que no tenías mejores planes para ese día.
Te vestiste con algo cómodo y casual para después ir a casa de Yong-sun, quien al llegar te recibió con una gran sonrisa invitándote a pasar.
—¡Que bueno que llegaste!—Mencionó y te abrazó al mismo tiempo.
—No podía esperar para pasar un buen rato contigo...¿quizás un maratón de películas?—preguntaste curiosa sentándote en el sofá.
—Bueno, hay algo que no te había mencionado —hizo una pequeña pausa y rió nerviosa.— invité a un par de amigos, pero descuida estoy segura de que te van a agradar.—dijo lo ultimo con una sonrisa.
Algo que Yong-sun sabía es que te costaba un poco socializar, así que temía que te molestara la idea pero ese día estabas de buen humor así que te alegraste por eso.
A los pocos minutos llamaron a la puerta y Yong-sun abrió dejando pasar a los invitados quienes hicieron una reverencia antes de entrar.
—Te presentó a Jaebeom, Joo-hyun y Seokjin, amigos míos desde la infancia.—Dijo señalando a cada uno de ellos quienes hacían una reverencia al entrar.
Casi escupías el agua al ver a seokjin entrar, ese chico te parecía jodidamente atractivo, sin mencionar que habían tenido una sesión de besos acalorados hace meses en una fiesta, pero esa fue la primera y última vez que lo viste, no esperabas para nada que fuera amigo cercano de Yong-sun.
Los chicos se acomodaron en el sofá, Jin se sentó junto a ti y te ofreció una botella de soju tomando una para el, aceptaste y diste un trago a esta.
Yong-sun sugirió el típico juego de verdad o reto y después de unas cuantas rondas ya habías intercambiado besos con cada uno en la habitación.
Jin no desaprovechaba la oportunidad y cada vez que podía acariciaba tus muslos sin que los demás se dieran cuenta, en cuestión de minutos te tenia demasiado caliente.
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Gruñiste al darte cuenta de que habías bebido el ultimo trago de soju y al mencionar esto los demás se desanimaron un poco, la noche aun comenzaba y ya no tenían alcohol para beber.
—Tengo unas cuantas botellas en mi casa, iré por ellas.—Mencionó Jin levantándose del sofá.
—No no Jinnie, no es necesario.—Yong-sun lo tomó del brazo haciéndolo sentarse de nuevo.
