—¡Corre corre no dejes de correr, vamos tú puedes no dejes que te alcance!— esas son las palabras de Eddy, mi gran amigo.
¿Que si porque me está gritando? Estoy en la clase de deportes jugando baloncesto y no me va nada bien, justo en este momento viene Justin detrás de mí queriéndome quitar el balón. En serio tengo dos pies izquierdos que no me deja siquiera dar un solo paso y encima de eso ¿quieren que corra?
Estoy a punto de encestar el balón. Es simple, lanzo el balón en dirección al tablero, acto seguido el balón golpea a la orilla del aro y entra a este mismo, algo muy fácil, puedo lograrlo.
De pronto una altura de 1 metro con 85 cm aproximadamente, se pone frente a mi, si, es Justin, tapando el paso del balón a alguien con una altura de un metro y medio,
—en serio ¿vas a lograr encestar el balón?— Me pregunto a mi mismo.
Tomo el balón con ambas manos, me preparo lo máximo que puedo. Concentración total. Evito pensar en todo lo que me rodea, las miradas de todo el grupo puestas en mi, el entrenador gritándome lo mucho que desea que enceste el balón y Justin, el mejor jugador de la escuela frente a mí. Doy un salto tan alto que justo al momento de impulsarme termino por doblarme el pie lanzando con todas mis fuerzas el balón, ahora sin dirección al tablero. El balón sale disparado a la frente de Justin haciendo un golpe reflejo hacia la cabeza del entrenador, ¡baam! Tiro perfecto.
Si, algo tan común en mi acaba de pasar, nuevamente, como todas las veces jugando baloncesto... he hecho el ridículo.
Eddy se acerca a mi dándome una palmada en la espalda como muestra de su sincera amistad.
—Pero ¿qué ha pasado con el plan de iniciar este nuevo año de instituto de la mejor manera?— me pregunto en voz alta en son de reclamo y frustración.
—Si ya se, ese es el plan pero que más da, tan solo es el primer día— responde Eddy tratando de justificar cada ridículo que hago.
—pues el primer día es el que cuenta, es el más importante para poder iniciar bien el año— respondo acto seguido.
—valla, pero no te preocupes amigo, ya verás que al final todo saldrá bien— responde Eddy con el fin de consolarme haciéndome creer que no es tan grave lo que acaba de ocurrir en el juego, algo tan común en el.
—Ring ring— suena en dos tonos el timbre de la escuela, eso quiere decir que es momento de entrar a la siguiente clase, la clase que más me gusta, biología.
Lejos de escuchar al profesor explicar cuál es la función de las células o sobre quién fue Gregor Mendel, nos habla de una noticia reciente de combray city, ciudad en la que vivo.
Créanme, esta es una de las ciudades más extrañas en las que he vivido. ¿Por qué lo digo? Bueno escuchemos la noticia.
—Hace unas horas, se presenció un asesinato en la casa 304 de la calle combray de esta ciudad, la víctima fue una chica de 22 años llamada Jannette Collins, ¿Por qué comparto con ustedes esta información? Para advertirles que tengan cuidado. Aún no se ha detenido al asesino, por ello les pedimos la máxima precaución.— comentó el Profesor Henderson.
Estando en clase, después de escuchar aquella noticia tan intrigante, algo cambia aquel momento incómodo y tenso. Como es común de un primer día de clases, se presentan al salón compañeros nuevos, se trata de dos gemelos varones.
—¿Quienes son? ¿Que hacen aquí?— se preguntan todos en voz baja denotando cierta superioridad hacia estos.
Entonces, una linda chica detrás de ellos se acerca a la puerta del salón, lentamente entra saludando al profesor, con cierta timidez pero gran dulzura.
De pronto, la pregunta más interesante para mi, ¿Quien es esa chica?
—señores, les presento a sus nuevos compañeros de clase— comentó el profesor Henderson.
—Me llamo Erick Grimes y el es mi hermano Harry Grimes— dijo uno de los gemelos, mientras que el otro comentó: —y vivimos en... ahhh... no tan lejos de acá— un tanto misterioso.
—y yo soy Katerine Brown, procedo de lisboa y vivo en la calle Allen de Combray city— comentó la encantadora chica, mientras yo miraba atentamente como sus labios pronunciaban aquellas palabras lentamente.
Los tres tomaron asiento, y ¿que creen?, si, ella se sentó justo al lado de mi.
—Hola—me dijo en un tono amigable.
—Hola— respondí en un tono nervioso
—¿Como te llamas?— pregunté. —¡¡ahhh!! pero qué tonto acaba de presentarse— pensé.—Soy Katherine, como ya dije, pero puedes decirme Kate— dijo con una sonrisa un tanto coqueta.
Fue así como empezó una amistad con aquella chica.
(***)
La hora del receso había llegado. En eso Kate se acercó a mí y me dijo...
—Oye, ya viste la foto sobre el incidente de hoy por la mañana— me preguntó emocionada.
—Si claro, pero la foto no dice mucho sobre quién era ese hombre— contesté tratando de no hacerlo mas alarmante de lo que ya era aquella noticia.
—pude editar y aclarar más la foto y mira con lo que me encontré— dijo Kate como si fuera una espía tratando de averiguar por su propia cuenta que es lo que sucedía con aquel caso.
—¿Sabes tú algo relacionado con esto?— me preguntó sin ninguna malicia.
—Espera, ¿que? ¿Por qué sabría yo algo?— dije con tanto nerviosismo que salí corriendo de ahí.
¿Que porque salí corriendo? Ah, lo siento, soy el único que no se ha presentado, me llamo Dylan Baker.
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ENTRE LOBOS
Teen FictionEsta no es la tipica historia de lobos donde consigues ser uno. Esta historia no se centra en poderes sobrenaturales sino en un chico nerd de 17 años al que ni una mosca se acerca. Nuestro protagonista está cursando la educacion secundaria y solo ti...