ENTRE LOBOS

Evidencia

Las dudas surgen, los problemas aumentan, la preocupación se multiplica y la incertidumbre simplemente no desaparece. ¿Qué pasa con mis amigos? ¿Seré yo el problema?

Tengo mucho en que pensar, Eddy cada vez me da más razones para desconfiar de el, Erick de quien nunca me he confiado por no conocerlo, con lo que ví esa noche, me hace dudar más de su confianza. Lo único que deseo es desaparecer un momento y descansar de tantos problemas.

Pienso… —¿Será buena idea enfrentar a Eddy y preguntar qué es lo que pasa con el?, ¿Debería seguir confiando en el o será mejor alejarme de Eddy y esperar que con el tiempo las cosas mejoren?, ¿Simplemente debo hacer algo?

La única persona en la que puedo confiar es Kate. No ha hecho algo para que desconfíe de ella, en tal caso ella debería desconfiar de mi, con todo los secretos que no le he contado. En fin, decido ir a mi habitación y descansar un rato.

Parece que ese descanso me a servido para relajarme un poco y dejar de pensar en todos estos problemas.

—toc toc!— tocan a la puerta.

—seguro es Eddy que viene con la intención de convencerme con una básica explicación de todo lo que está pasando— pienso mientras bajo los escalones que conducen de mi recámara a la puerta de la casa.

—Hola buena tarde joven, ¿Está tu madre en casa?— es la policía que pregunta con tal seriedad.

—no, mi madre no está, soy el único en casa, ¿Puedo ayudarlos en algo?— pregunto algo ansioso, pues lo único que deseo es no oír más malas noticias.

—lamentamos tener que darte a ti esta noticia. Tu padre tuvo un accidente automovilístico, está vivo, pero gravemente herido. Podemos llevarte al hospital en el que tu padre se encuentra si así lo deseas— me dice un policía, con una tristeza en su rostro y quitándose la gorra como si se tratara de dar el pésame por una muerte.

Totalmente confundido y perturbado con aquella noticia, me dirijo al auto de los oficiales y subo sin decir ni una sola palabra.

Después de cerrar la puerta de mi casa y entrar al auto, los oficiales me llevan al hospital. No dicen ni una palabra. No me explican lo que a sucedido ni me dan detalles sobre el accidente, pero en realidad, detalles sobre el accidente, es lo menos que quiero oír.

Al llegar al hospital me encuentro con mi madre y Kate que ya se han enterado de la noticia.

Al poco tiempo de llegar, Eddy junto con Erick, entran a la sala de espera.
Eddy se acerca a mí para saludar y darme un abrazo de consuelo, pero lo cierto es que ese consuelo no me lo transmite, o al menos, yo no lo siento.

Se sienta a mi lado para enseguida decirme.

—sabes… hemos encontrado al responsable de la pintura en el Jeep— con cierta emoción, intentando alegrarme un poco y desconcentrarme de aquella preocupación tan grande.

—no te imaginas ni quién es— continúa Eddy al ver que no respondo a lo que me dice.

—Hace unos días, Erick habló conmigo y me explicó que tenía un contacto o un informador que nos podía ayudar a averigüar muchos misterios, dentro de estos, encontrar al asesino de Jannette— emocionado con su conversación.

Después de decir esto, me siento más interesado en la conversación, aunque no creo del todo la historia que me está contando. Recuerden que tengo razones para desconfiar de él.

Pero no quiero ser grosero así que le pregunto, —y… ¿Qué pasó entonces?—

Una sonrisa invade el rostro de Eddy, reflejando lo tranquilo que se siente al ver que estoy escuchando su historia.