ENTRE LOBOS

Misterios en el bosque (parte 1)

-¿Quién hizo esto?, ¿Por qué lo hicieron?, ¿Tendrán atrapado a Eddy?, ¿Debemos avisar a la policía?- son las preguntas que nos hacemos mientras seguimos buscando a Eddy.

La verdad es que no sabemos la respuesta de ninguna de estas preguntas.
Aunque suponemos que entre más buscamos pruebas más peligro corremos y prueba de esto es Eddy, que por investigar por su propia cuenta, ahora ya no aparece, está perdido.

-debemos avisar a la policía, esto de ser los detectives no me agrada del todo- sugiere Harry.

-¿Y en verdad crees que la policía resolverá todo?- le pregunto dando a entender que avisar a las autoridades es lo último q deberíamos hacer.

-resolver todo no creo pero encontrar a Eddy, supongo q son los más indicados para hacerlo, es más, entre más involucrados estamos en esta investigación, más cosas malas pasan. ¿Qué no les asusta lo que dicen estos cristales?- responde Harry un tanto paranoico.

-si, mucho terror de hecho, pero ¿a caso hicieron algo cuando mi padre se accidentó? No, simplemente lo llevaron al hospital, o ¿encontraron al asesino de Janette? Tampoco, dejaron el caso al inspector Davis porque no eran capaces de hacer nada, quien a su vez prefirió dejar el caso sin resolver. ¿Creen entonces que la policía podría encontrar a Eddy?- exclamo muy nervioso y preocupado. Mientras que continúo después de una pequeña pausa en la que todos quedamos en silencio.

-Es más, esto se trata de ayudar a nuestro amigo, amigo que decidió venir al lugar donde mi padre se accidentó buscando respuestas, algo que Eddy haría por cualquiera de nosotros. ¿No creen que si el fue capaz de hacer esto solo, nosotros con mucha más razón deberíamos ayudarlo?

-Si, es cierto, apoyo completamente a Dylan. La verdad es que cada vez, cosas malas pasan. Somos los únicos que encontramos pruebas que nos acercan más y más al asesino, a diferencia de la policía que no hace absolutamente nada cuando hay un nuevo crimen o un nuevo misterio que resolver- expresa Erick, mientras que Kate anima al grupo diciendo

-¡Vamos y encontremos a Eddy!

De pronto , cerca de donde se encontraban aquellos cristales, nos topamos con huellas, al parecer son huellas de botas, las cuales tienen una profundidad bastante notable, como si una persona de unos 150 kilos de peso hubiese pasado caminando, lo que nos hace pensar que esas huellas son forzadas como si en realidad intentaran dejar sus huellas a fin de que nosotros las siguiéramos.

Tenemos dos opciones, seguir las huellas que posiblemente nos dirijan a Eddy y quizá a una muerte segura o regresar por dónde venimos y volver por la mañana a buscar esas huellas.

Bueno, después de aquella discusión lo más lógico es q sigamos la opción número uno. Sí, seguimos las huellas que nos adentran más y más en el bosque.

Es de noche, el bosque está denso y frío, la niebla nos va quitando más y más la visión.
Cuando de pronto

-¡OH POR DIOS!-

Exclama Harry, asustado.

-No le avisé a mamá que no llegaríamos hoy a casa- continúa Harry refiriéndose a Erik.

-no asustes Harry, ¡estamos en medio del bosque en completa oscuridad y tú gritas!- dice Kate.

-descuida- responde Erik, -le dije a todos nuestros papás, incluyendo a los de Eddy, que no llegaremos hoy porque "dormiremos en casa de Alan"-.

Harry se tranquiliza y los demás junto con él.
Seguimos caminando.
Pronto, perdemos rastro de aquellas huellas quedando en medio de la nada.

-¿Y ahora qué hacemos?- pregunta Harry al grupo.

En contestación Kate sugiere.

-podemos separarnos, si alguien encuentra a Eddy o ve algo extraño, que llame al grupo para estar al tanto de la situación, al fin de cuentas, la red por esta zona en el bosque es excelente.

Aunque no nos parece del todo la idea de separarnos, es la mejor opción que tenemos.

Aún cuando todos estamos paranoicos, algo normal ante esa situación, tomamos direcciones diferentes.

Son las 12:40 de la media noche, la niebla cada vez se hace más densa, y los ruidos en el bosque más y más profundos, como el viento que sopla moviendo las hojas de los árboles, ramas que crujen y sonidos de animales, que si no fueran las circunstancias en las que estamos, el ambiente sería uno tranquilo y agradable. Pero no, cualquier ruido por muy pequeño que parezca, nos termina asustando.

Los segundos pasan como si fuesen minutos, y los minutos como si fuesen horas. Pero llega el momento que aquel sonido en que aún se escuchaba al resto del grupo caminar, se termina, no los oyes más.

Tu corazón se acelera, miras a todas partes preocupado porque algo malo te pase, pero a la vez pensando en encontrar a aquel amigo que si fuese necesario arriesgaría su vida por salvar la tuya.

De pronto te encuentras con un árbol inmensamente grande que tiene grabadas las siguientes palabras: -Hay un traidor entre ustedes-.

Necesitas avisar al grupo lo que está pasando, y claro, como es común en una situación cómo esta, la red móvil está inactiva.

Entonces escuchas un ruido a tus espaldas, como si se tratara de alguien que te está observando. Entre aquella niebla observas a una persona que está parada justo detrás de ti viendo fijamente cada movimiento que das, inmediatamente al verla enfocas tu lámpara a ésta, y al instante sale corriendo a una dirección contraria a la que tú estás y por si fuera poco, lleva puesta una chaqueta roja y una gorra negra que son idénticas a las que Erick anda esa noche.

Y entonces piensas, mientras tus piernas tiemblan de continuo debido a aquel susto que te has llevado...

-¿Qué hace Erik acá?, ¿Acaso me está siguiendo?, ¿Será Erik el traidor?