Signorina (Giorno x Jolyne) //JoJo's Bizarre Adventure//

Capítulo 1

Era una mañana muy fresca, mayo 2010, ya estaba tan cerca de terminar las clases y comenzar las vacaciones de verano, bueno, todavía faltaban 2 meses para ello pero Jolyne no esperaba para poder salir del tormento de las tareas y eso.

Jolyne Kujo, una hermosa chica de 17 años, era algo problemática pero muy amigable, su padre es un biologo marino quien abandonó a ella y a su madre años atrás y aunque este la visite ella le guarda rencor por haberle dejado.

Pero no nos enfoquemos en ello, vamos con el presente...

Sonó el milagroso timbre de salida y de ahí salió Jolyne, rumbo a su casa pues no tenía mucho en qué pensar ya que tenía mucha tarea encima y sin contar las interminables amenazas de los profesores de los exámenes finales. Pero eso no era nada, nada comparado con el problema que tiene actualmente.

Su padre vendrá de visita dentro de poco...

Eso no la dejaba tranquila, con tan solo pensar que en su amargado padre ya le daba un disgusto en su vida. Lo que hacía agradable la visita es que iba a ser una visita familiar, estarían su tío Josuke, el bisabuelo Joseph, la dulce Shizuka y su tío Kakyoin, iban a ir y se quedarían en una casa que el bisabuelo Joseph había comprado allí en Florida.

Pero de igual manera no le quitaba que la presencia de su amargado padre, Jotaro Kujo, estaría ahí.

Tras tanto darle vuelta a la situación no se había percatado que había llegado a su hogar, sacó las llaves de su bolsillo del pantalón y abrió la puerta con la llave.

–¡Llegué mamá!– exclamó Jolyne avisando a su madre de su presencia.

No recibió ninguna respuesta, no se preocupó por ello ya que sabía que pasaba, fue a la cocina y ahí consiguió una nota, ¡Lo sabía!, había acertado, su madre estaba trabajando, tenía el almuerzo listo a lo que sabría que llegaría a tiempo para hacer la cena.

Solamente sonrió tras leer la nota y se fue a hechar una merecida ducha para así poder acostarse y chatear con el chico que tanto le gustaba...

Italia, Nápoles.

Todo estaba tan ordenado pero había poca iluminación, por suerte apenas estaba oscureciendo, pero esto no significaba que tenían que dejar de bajar la guardia.

–¿Cómo va todo?– dijo un joven rubio desde la ventana, como si estuviese vigilando, o cuidando las calles.

–Bah, nada por los momentos.– dijo un hombre que era obvio que era mayor a 20 años dandole un leve golpe a la laptop que tenía en sus piernas. –No he podido saber nada sobre Diavolo o sus guardias desde hace días... Disculpa Giorno.– dijo este apenado.

–No te preocupes por eso, Polnareff, pronto lo detendremos.– dijo el joven volteando a ver al hombre el cual estaba en silla de ruedas con una sonrisa sincera y llena de esperanzas.

–De acuerdo...– Polnareff se comenzó a sentir más motivado y decidió seguir con su trabajo.

–Ten cuidado Polnareff... Puede ser que nos estén rastreando a través de tu computador...

Esa voz gruesa, fría solo se podría tratar del lider de estos, quien dió el primer paso a traicionar a Diavolo y saber que él y Doppio eran la misma persona...

–Risotto... ¿qué sucede? ¿dónde están los demás?– dijo Giorno con suma tranquilidad, aunque temía en el fondo que sus amigos sufran en mismo destino que Sorbet y Gelato.

–Ellos están subiendo.– le contestó mientras ve a su alrededor. –Ya es la quinta vez que cambiamos escondite.

–Mientras que Ciocolatta siga atacando con Green Day, es difícil atacar–dijo Polnareff con algo de preocupación.