I LOVE THIS SHIT +18

CAP. ⑩

Después de haber terminado la llamada bajaste a desayunar. Lo que pediste fue, unos huevos fritos con tocino, tu bebida dietetica de siempre, pan tostado con mermelada y banana.
Un rato después de haberte terminado de desayunar fuiste al gimnasio que tienes en tu casa.
«Aún es temprano» pensaste. Ya que Hoseok te había dicho que hoy van a salir de viaje a la cabaña que tienen tus padres en el bosque cerca de un pequeño pueblo.
Te encontrabas muy emocionada, pensando en lo romántico que sería esos dos días que estarán juntos.

Dos horas después de hacer ejercicio subiste a tu habitación a ducharte y acomodar tu ropa que llevarías.
Te vestiste.

Saliste y escuchaste que tu tío ya había llegado a casa y bajaste a verlo.

Hs: Hola bebé

Tú: N-no lo digas en voz alta, te podrían escuchar los empleados -susurraste.

Hs: Perdón... Vamos arriba entonces ...

Subieron a la habitación de Hoseok. Te sentaste en la orilla de su cama.
Él se puso a acomodar su ropa y lo ayudaste a elegir algunas prendas. Te paraste y mientras doblabas una de sus playeras él se acercó por detrás tuyo y empezó a repartir besos suaves sobre tu nuca y luego el cuello. Tú no dejabas de hacer lo que hacias pero Hoseok te dio vuelta y te comenzó a besar bruscamente, tú seguiste el beso.
Pasó sus manos a tus nalgas y las apretó fuerte; tú tenías tus brazos alrededor de su cuello. Tú y él se besaban y caminaban hacia la pared; a mitad de camino detuviste el beso, se miraron unos segundos, tú sonreíste levemente y él gruñó y sonrió al mismo tiempo, luego volvieron a besarse... O... ¿Comerse?... Tu espalda choco fuerte contra la pared. Él puso una mano en la pared acorralandote sin dejar de besarte, y con su otra mano agarró tu pierna y te pegó a él provocando que sus intimidades rozaran. Después pasó su mano por tu cintura y sacó la camisa que llevabas puesta; metió sus dos manos debajo de tu sostén masajeando tus pechos mientras besaba tu cuello. Tú jadeabas levemente.
De pronto tocaron la puerta de Hoseok y se separaron rápidamente. Te acomodaste la ropa de nuevo como si nada hubiera pasado. Los dos suspiraron fuerte. Te sentaste de nuevo en su cama y te pusiste a ver tu teléfono.

Hs: ¿Quién es? -preguntó con la voz ronca.

Em: Señor Hoseok, lo que pidió ya está acá.
Hoseok abrió la puerta.

Hs: Oh, gracias señorita.
Hizo una reverencia.

Em: Sí señor.

Hs: Bueno, puedes retirarte.

Em: Claro. -respondió la empleada seguido de una reverencia.
Hoseok cerró la puerta.

Hs: Creo que ya es hora de bajar.
Volteó a verte.

Tú: Creo que sí. — respondiste algo incómoda.

Cerraste la maleta de tu tío, bajaron.
Luego de unos minutos subieron sus cosas a una camioneta y se fueron.
En el camino se detuvieron para comprar los alimentos y algunas cosas que faltaban.
Unas horas después llegaron a su destino.