"Aunque tuviese que reencarnar mil veces, vivir como ángel, demonio o una simple humana, aun así, te encontraría y volvería a enamorarme de ti como la primera vez.
Una maldición no hará que me olvide de ti, no hará que deje de amarte"
Zephyr Ozara.
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No podía cerrar mis ojos nuevamente, ese sueño me había arrancado las ganas de dormir.
Me sentía sofocada, ansiosa, dolida...
Una y otra vez, el recuerdo de Issael, de ese chico... ¿quién era él?
Me seguía preguntando lo mismo, mi cuerpo reaccionaba igual ante el repetido cuestionamiento, mis ojos comenzaban a arder y al poco me encontraba llorando nuevamente. No sabía que me causaba tanto dolor y tanta tristeza, en el sueño sentía que era alguien importante, quizás hasta un ser muy amado, pero, por otro lado, no sabía nada más de él, no era más que alguien de mis sueños, no tenía sentido que estuviese tan mal por algo como eso.
Zephyr, reacciona.
Inhale y exhale en repetidas ocasiones a la par que secaba las lágrimas de mis ojos, hice aquello un par de veces más hasta lograr calmarme.
Una vez más tranquila, me di cuenta de que mi habitación estaba en penumbras, genial.
Me recosté de nuevo, pero cada que cerraba los ojos las imágenes volvían. Bien, era un hecho que tampoco podría dormir.
Refunfuñe, me incorpore un poco buscando a tientas mi celular en al buro al lado de la cama.
─A penas van a ser las seis...que asco.
Ya que era un hecho que no iba dormir y juzgando la hora, quizás mi mejor amiga estaría despierta a esas horas, quién sabe, si tenía suerte estaría despierta.
No solo contaba con mi mejor amiga, tenía inclusive más amigos, sin embargo, solo con Mafer era más sencillo tener comunicación, mis otros amigos Jessie, Eliot y Ray vivían algo apartados y cada uno estaba estudiando su respectiva carrera universitaria.
Efectivamente, al enviarle un mensaje a Mafer casi respondió de manera inmediata, sonreí.
¡Hey! Mafer :D
Zephy, hasta que tengo noticias tuyas. ¿Ahora que hiciste?
No pude evitar reírme, ambas nos conocemos desde los doce, actualmente con dieciocho seguimos igual de inseparables, aunque eso había cambiado un poquito, Mafer a diferencia mía continuo sus estudios universitarios, precisamente por eso estaba despierta ahora, sus clases comenzaban a las siete y antes de asistir se tomaba un tiempo al teléfono. Y bueno, se podría decir que esta mujer tiene un radar de problemas o que se yo, cada que me sucede algo lo intuye y me manda un mensaje o de plano me regaña.
Esto también suele suceder con Jessie, aunque Jess de plano suele decir que no tengo remedio alguno jaja. A Jess también la conozco desde los doce, tanto ella, como Mafer y yo nos conocimos en nuestro primer año de secundaria.
