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Punto de vista de Violet

Habían pasado tres años desde que nos mudamos a Japón. Habíamos conseguido aprender el idioma aunque como era obvio no en su totalidad.

Nos iba genial.

Liam ya tenía diecinueve años y había conseguido entrar en la Universidad.

Por otro lado Jacqueline con veinticuatro años trabajaba en una importante tienda de música en el centro de Tokio.

Yo sin embargo, ya con veintitrés años, hacía dos años que había comenzado a trabajar como estilista y diseñadora para importantes modelos, cantantes y actores/actrices japoneses. Además aquí en Japón conocí a un chico de madre española y padre estadounidense que acabó convirtiéndose en mi novio...

Me encontraba paseando con Jack por la zona de Akihabara en la ciudad de Tokio. Mi hermano se había quedado estudiando en el piso, la Universidad lo mantenía muy ocupado.

Caminábamos entre la masa de gente que se había formado en una de las zonas más famosa de Japón por tener grandes edificios sobre videojuegos, anime, mangas, etc.

Yo miraba a mi alrededor. No sabía por qué, pero desde que era pequeña Japón me parecía un país cautivador y muy bello... Siempre había soñado con vivir aquí, en Tokio.

Aunque en estos tres años no me he limitado a ver solo Tokio, a pesar de vivir aquí he viajado por distintas ciudades y pueblos del país. Como por ejemplo Osaka.

Otra ciudad preciosa e impresionante.

Llegamos a un café que había algo alejado de la zona más comercial y visitada para relajarnos mientras veíamos como el sol comenzaba a esconderse para dejar caer la noche, tiñendo el cielo de tonos azules, morados, rosas, naranjas y rojizos... Sin duda todo un espectáculo.

El amable camarero nos sirvió nuestros cafés a Jack y a mí.

Para Jack un café solo sin azúcar, por el contrario, a mí un capuchino con doble de azúcar.

Con la pequeña cuchara removía el contenido de la taza mientras observaba como la espuma hacia espirales al son de los giros de la cuchara.

Al ser junio ya se comenzaban a escuchar los grillos y la época del Sakura ha había pasado, aún así los cerezos se veían espléndidos.

Las farolas comenzaron a iluminarse. Se escuchaba el murmullo de la gente disfrutando del atardecer que se empezaba a convertir en noches. Jacqueline y yo conversábamos de forma animada.

Ella decidió pedirse después de su café un té verde pero yo preferí pedir un café con leche acompañado de algún dulce tradicional.

Entonces Jack sacó el tema.- Hace tres años ya... Ha pasado bastante. Sólo tenemos noticias de Hazel, ha sido la única con la que he podido contactar.

- A veces los extraño, aunque la vida aquí es espléndida.- Sonreí, me sentía feliz y afortunada de vivir en esta ciudad llena de maravillas.

- Somos dos que pensamos igual.- Contestó mi amiga.

A todo esto, ambas habíamos cambiado ligeramente.

Ella seguía vistiendo de manera gótica pero había crecido algo más de altura y había teñido su pelo de negro con las puntas blancas.

En mi caso apenas había crecido, mi estilo seguía siendo tierno y como dicen en Japón "kawaii". Había teñido mi pelo de lila pastel y había comenzado a interesarme más por el maquillaje, maquillándome de acuerdo a mi estilo.

Cambiamos de tema para que la melancolía no se hiciera presente y tras terminar nuestras bebidas volvimos a recorrer las calles de Akihabara.

Entramos en algunos edificios para ojear mangas o ver los productos que sacaban de los videojuegos y animes.

Fue entonces cuando alguien llamó por teléfono a Jack.

Por su rostro estaba sorprendida y una vez colgó me dirigió la mirada.- Nos volvemos a España, el gobierno nos necesita. Además, también quieren que tu novio Dean se una al grupo.

Puedo jurar que en ese momento mi cara era un auténtico poema.

A la mañana siguiente ya teníamos las maletas preparadas y el vuelo reservado, no podíamos tardar mucho en llegar al aeropuerto.

Liam nos dijo que el se quedaría un tiempo más en Tokio por un trabajo de la Universidad y que en cuanto pudiese iría a España.

Tras esperar un rato en el aeropuerto cogimos el avión y nos pusimos rumbo a España.

Llegamos al día siguiente. Bajamos del avión y cogimos un taxi para llegar a la casa... Aquella casa que hace mucho que no veía.

Pero para mi sorpresa la casa había sido renovada y ampliada. Ahora era mucho más grande y espaciosa además de que había cambiado un montón.

No éramos los primeros en llegar. Allí ya se encontraban Hazel, Lena y Bella quienes al vernos corrieron hacia nosotras para fundirse en un abrazado. Yo les presenté a mi novio.

Tras aproximadamente una media hora llegaron Max, Amy, Luca, Noah, Amelia y... Alex. Todos llegaron en taxi menos Alex que llegó en moto y segundos después que ellos

Estaban todos algo cambiados. Amy se había cortado el pelo y había puesto las puntas de su pelo rosa de color naranjas. Max había crecido algo más. Noah sorprendentemente también había teñido sus puntas pero este de rojo.

Luca y Amelia no habían cambiado demasiado simplemente habían crecido algo más.

Alex sin embargo tenía una cicatriz en su rostro y había crecido más... Por desgracia aún se le notaba frío.

Aun así al verme pareció aliviado e incluso... Ilusionado.

Miré a Alex y le sonreí, al parecer al ver mi sonrisa se puso algo nervioso.

Me acerqué a Lena y le pregunté por Jaden... Grave error...

Lena suspiró.- La distancia lo destruyó todo... Que yo viviese en España y el en Japón no vino bien para nuestra relación... Además de que él estaba ocupado constantemente por lo que decidimos romper...

Fue en ese entonces cuando llegó una moto y de ella se bajó Jaden.

El también había crecido. Sus puntas habían vuelto a ser teñidas de rojo cuando en el momento en el que nos separamos estaban bastante desteñidas. Su pelo seguía siendo negro, a excepción de las puntas. Sus ojos rojos brillaban con más intensidad pero su rostro era serio. Su rostro estaba algo lastimado al igual que el de Alex.

Lena bajó la mirada e intentó no hacer contacto visual con el chico.

El hombre de hace cinco años nos explicó que el proyecto de los chicos con poderes para vencer a villanos se había vuelto a abrir y que nos necesitaban para bajar el índice de criminalidad, el cual había subido después de la separación.

Todos entramos dentro de la casa. El salón, la cocina, el gimnasio, la sala de baile, la sala de música, el cine, los baños, las habitaciones, etc, eran mucho más grandes y estaban renovadas.

Cada uno fue a su habitación y dejamos nuestras cosas allí.

Yo bajé de nuevo encontrándome con Alex.

- Hola Violet...- Me miró con una leve sonrisa de arrepentimiento.- Siento como te traté... Yo... Se que no es escusa, pero la separación de todos y unos asuntos que me quedaban por resolver me agobiaban y no me di cuenta de todo el daño que te causé. Solo espero que puedas perdonarme...

Punto de vista de Alex

Ella sonrió y me miró a los ojos.- No te preocupes, te perdono Alex.- Tras decir eso me abrazó. Podía sentir su cuerpo... Hace ya que no podía... Y mentiría si dijese que no la extrañaba. Ella volvió a hablar.- Podemos quedar como amigos, además te puedo presentar a mi novio Dean.- Su sonrisa era bastante inocente.

Amigos... Como duele. Espera... ¿Novio?

Héroes: El Reencuentro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora