Tengo muy poca fuerza de voluntad, en la tarde pretendía comerme solo una rebanada de pizza pero fracasé, me comí la mitad de la pizza y me cayó pesado, así que sucumbi a una siesta que duró una película infantil y medio programa. Así que dormir en este momento me parece muy difícil.
Abrí Wattpad y encontré esta historia, la leí y me pareció super, al parecer había estado muy inspirado los días que escribí esos capítulos.
Me paré de la cama hacia el estudio, prendí la lámpara y la computadora y pensé en lo que escribiría pero las ideas dejaron de fluir gracias a la nictofobia de la que soy víctima.
Cambié de canciones una y otra vez a alguna que pudiera relajarme y así duré hasta que llegué a un playlist llamado "Tu top de canciones 2019" con un par de canciones de Sia, Ariana Grande, PearlJam, Radiohead y Portishead.
Creo que no he olvidado mis recuerdos de la infancia sólo porque soy muy rencoroso, de no haber sido así, seguramente habría sido de esas personas que dicen haber perdido la memoria de un lapso de tiempo en específico (generalmente la infancia).
Mi niñez y juventud no fue fácil, de hecho fue sombría, aterradora y el miedo que le tengo a la noche en este momento sigue siendo tan aterradora como cuando tenía cinco años.
Recuerdo cuando tenía cinco años aproximadamente, como esperaba a mi mamá del trabajo y llegaba como hasta las dos o tres de la mañana. Recuerdo como, cuando estaba temprano, ponía el noticiero con Jacobo Zabludovsky y me aterraba su cara viéndome y diciendome cosas que no entendía, recuerdo las ganas de decirle a mi mamá que quería dormir con ella y el mismo terror de pedírselo por que la última vez que lo hice me gritó y terminé durmiendo en una orilla, esperando no molestarla y sintiéndome igual de solo, desprotegido y desamparado y sin poder dormir, viendo las figuras del techo. Recuerdo a mi abuela estando conmigo y temiendo que despertara a mi abuelo por que era todavía mas severo que mi mamá. La casa en dónde viví lo que debió ser mi infancia fue la casa de mi abuela, en esa casa las luces se apagaban a las 8 de la noche y todos tenían prohibidísimo salir para no despertar a mi abuelo, salir por un simple vaso de agua o ir al baño era toda una odisea.
En esa casa crecieron todos mis tíos y era una de esas casas que se construían poco a poco, cuarto por cuarto, con un pasillo largo largo y oscuro, con una cocina con puertas grandes y otra puerta en la misma que daba al patio.
Hoy, al momento de retomar esta historia, al momento de continuar con esto, tengo 31 años y cada noche que estoy despierto me siento exactamente igual. Se trata de un miedo irracional, de una angustia, de incertidumbre y desolación.Hace unos días vi un video de un youtuber llamado "Cocóptero" que hablaba de la incomodidad que mucha gente puede tener a las cuatro de la mañana. Hablaba de los espacios liminales, de espacios no definidos (por que no es noche pero tampoco es de día), hablaba de mecánica cuántica y de que somos el resultado de la decisión que tomamos a cada momento, en ese momento el universo se divide y existen dos versiones de nosotros y así cada vez.
Así que en este momento existe un Mauricio que quizá está acostado, viendo el celular esperando a tener sueño y existe otro (en el que estoy yo) dónde decidió ponerse a escribir algo. (Y seguramente muchos otros con más alternativas que quizá están fuera de mi alcance y mi entendimiento.Esas ideas me hacen mucho sentido, estoy convencido que a eso se refiere la gente cuando dice que "fluye". Somos una conciencia que fluye (o no fluye) a través de muchas posibilidades ocurriendo todo al mismo tiempo. Somos nosotros los que tenemos esa percepción de tiempo por que somos nosotros los que estamos fluyendo sobre una autopista con muchísimas rutas.
He decidido, a pesar del miedo que me cargo, levantarme y escribir un poco porque es quizá este espacio liminal el que me lleve a un lugar al que no había imaginado jamas. Me imagino siendo este relato un combustible para lograr hacer algo interesante con ese podcast que estoy produciendo y ese mismo quizá me lleve a otro lado.
El 2 de Agosto de 2002 vino el Papa Juan pablo segundo a México. Yo tenía muchas ganas de ver la transmisión por que todo mundo hablaba maravillas de la experiencia, mi abuela y mi padrastro me hablaban de lo sanadora que podía ser su presencia y yo de verdad quería ver la transmisión. Para esas fechas, mi bisabuela ya había perdido a mi bisabuelo y sus hijos se turnaban para cuidarla por las noches (y después ellos mandaban a sus hijos o sus nietos). Era una casa todavía más aterradora que la casa de mi abuela, es una sensación que no puedo describir.
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Anuk
General Fiction¿Qué pasa cuando entras a un Starbucks, pones la música mas depresiva y te pones reflexivo? No sólo en un Starbucks, si no a las 3 de la mañana con el mismo playlist. Pensándote como parte de una historia western donde el final será devastador.