Ayer ha llegado un nuevo compañero; Ramón. Para sorpresa de todos se integró super rápido a nuestro grupo. Parece buen chico, pacífico y buena onda a la vez. Estoy más que segura de que me llevaré de maravilla con el. Además me ha contado que vió toda la saga de Harry Potter, obviamente eso suma puntos.
«Al terminar las clases.»
-Adiós chicos.-Sonreí mientras movia mi mano. Todos se fueron en su dirección; Stacy, Jess y Cassie se fueron hacia la parada del bus y Naruel se fue por la avenida, derecho.
-¡Rachel!.-Senti como Ramón llegaba junto a mi.-¿Hacia dónde vas?.
-Hey.-Sonreí.-Vivo a unas cuadras pasando por el parque.
-Genial.-Paso una mano por su cabello.-Yo vivo frente al parque. ¿Vamos juntos?.
-Vamos.-Me encogí de hombros y sonreí.
Nos la pasamos hablando sobre muchas cosas que tenemos en común; Anime, sagas y ese tipo de cosas.
Ramón me había caído muy bien, es demasiado agradable. Iba tan sumida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que habíamos llegado al destino de mi amigo.
-¿Aquí vives?.-Dije observando la casa, que era bastante linda.
-Afirmativo.-Sonrio mostrando sus dientes.-Fue un gusto «Ray Ray»-Extendió su mano de manera amistosa.
-Lo mismo digo.-Hice una reverencia, reímos y comencé a caminar.
«17:30.»
Me desperté sobresaltada, la alarma sonaba junto a mi oído, provocando una gran molestia.
Decidí levantarme a tomar algo, ahora que lo recuerdo, había invitado a mi morchis a ver unas películas aquí; Ya era la hora.
Al bajar a la cocina tome un vaso de jugó y me dispuse a preparar todo. Lo primero fueron las botanas, las puse en la mesa frente a la televisión y el sofá.
Me puse mi pijama de «Star Wars», el favorito de Mike y termine por cepillar mi cabello. Por último me puse un poco de perfume de mi madre, que por cierto, su aroma es delicioso y en ese mismo instante oí el timbre.
Rápidamente abrí la puerta.
-Hola, bombón.-Me sonroje y lo tironee del brazo.
-Hola, bonito.-Sonrei y lo bese tiernamente.
.-El correspondió y al separarnos fuimos al sofá.-Hey, compraste M&M'S.
-Especialmente para ti.-Bese su mejilla y fuí bajando hasta su cuello.
-Pequeña, me enciendes.-Se giró hacía mi y con sus manos acomodo mi cabello detrás de mi oreja.
Seguí besándolo hasta separarme para contemplar su bello rostro, sus apetitosos labios y ojos azules como el mismísimo mar.
-Te amo Mike.-Volvi a su cuello, pero esta vez pasando mi lengua por el mismo, poco a poco iba sintiendo como descargas eléctricas por mi barriga.
El me recostó en el sofá para luego quitarse la camiseta e ir repartiendo besos desde mi cuello a mi pecho.
-Hueles a tu madre... Eso es sexy.-Continuo por besar mi cuello. Sus palabras me volvían loca; Decidí quitarme la remera del pijama y el soltó un gruñido.
-Oh Mike...-Suspire y enrede mis dedos entre su cabello, mientras el iba besando y mordiendo mis pechos.
El sonido de la llave y la puerta abrirse interrumpieron todo tipo de pensamiento que cruzaba por mi mente.
-¿Rachel?. Cariño, ya llegue...—Mierda, estaba jodida.
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Rachel Jhonson y Mike Olivas.
Casa de Rachel, momentos antes de que llegara su madre.
