Presente

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Ya había pasado un mes desde la pelea, y la reconstrucción iba perfectamente, aunque lo que no lo iba era Natsu, todavía no había despertado y muchos estaban empezando a preocuparse.

Wendy le había cerrado todas las heridas, pero que despertara dependía de él y de sus ganas de vivir.

En todo el tiempo que Natsu había estado inconsciente Gray no se había separado de su lado. No comía, no bebía, y si lo hacía era porque lo obligaban o lo chantajeaban.

Estaba atardeciendo, y Gray seguía en la enfermería del gremio a un lado de la cama en la que se encontraba Natsu durmiendo. Desde que cayó inconsciente había tenido sueños raros en los que lloraba, reía y hablaba con admiración de Zeref. Esto lo ponía muy enojado, y lo admitía, le ponía celoso, pero se calmaba al recordar que el mago oscuro era su hermano y ya no estaba con ellos.

Ahora pudo ver como Natsu se sonrojaba sin razón aparente, hasta que una vez más volvió a hablar en sueños.

--Nii-san, no creo... Poder... Confesarme --decía entre balbuceos.

Gray se quedó en shock tras lo pronunciado por el pelirosa, ¿confesarse? ¿A quién?

--A él le gusta... Otra... No... Insistas --siguió balbuceando, provocando que el mago de hielo se acercara a escuchar mejor lo que decía.

--Nunca... Se fijaría... En mi... Es un... Cabeza de hielo... Que no admite... Sus sentimientos... Por Juvia --continuó, dejando aún más perplejo a Fullbuster.

¿Cabeza de hielo? Así le decía Natsu cuando peleaban, para iniciar una pelea o, directamente, por inercia después de tantos años.

¿Sus sentimientos por Juvia? ¿Ese cabeza hueca se pensaba que sentía algo por la maga de agua? Ese idiota ¿que tan tonto podía llegar a ser?

Una sonrisa se posó en su cara. El idiota cabeza de flama estaba enamorado de él, y nunca lo supo.

Natsu empezó a agitarse y lágrimas empezaron a caer de sus ojos cerrados. Gray se asustó y se puso en pie, no era la primera vez que ocurría, pero en todas esas veces siempre se preocupaba enormemente por si algo le llegara a pasar.

--No... Nii-san, no te vayas... No me dejes solo... No otra vez... Por favor... No... ¡No! --gritó finalmente, despertando con la respiración agitada y lágrimas aún saliendo por sus ojos jade.

Gray se alegró y al mismo tiempo se preocupó al ver a Natsu en ese estado, parecía que buscaba algo, o a alguien. Por lo que, antes de que lo viera, se lanzó a él y lo abrazó contra su pecho.

--¿Gr-Gray? --preguntó sin entender que estaba pasando, aunque al ver en la posición en la que estaba, rápidamente se sonrojó y apartó a Gray, alejándolo de él.

--Natsu, ¿estás bien? --interrogó esta vez el mayor, viendo como el pelirosa seguía con la respiración agitada y un color rojo había aparecido en sus mejillas.

--Gray, tu ropa --dijo como pudo entre hipidos y los nervios que le causaba ver así al azabache, aunque ya debería estar acostumbrado, no era así.

El nudista bajó la mirada y vio que su camiseta había desaparecido.

--¡¿Pero cuándo...?! Da igual, Natsu, respóndeme --insistió al ver como intentaba evadir su pregunta.

--Sí, estoy bien --dijo más tranquilo, con un hilo de voz y sin mirar a Gray a la cara, evitando por completo su presencia.

--Oye, me tenías preocupado, lo menos que puedes hacer es mirarme a la cara --argumentó indijnado.

--Que mal haber despertado cuando era tu turno de vigilarme --siguió sin mirar al chico en frente de él.

Pasado, presente y futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora