Futuro

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—¿Qué dices? ¿Se lo decimos o no? —preguntó con una sonrisa socarrona viendo el ligero tono rosa que se había posado el las mejillas del dragón de fuego.

—Creo... Que sí, se merecen saberlo, aunque creo que alguno muere por la sobredosis de información —contestó, acabando con una ligera risa.

—Oe, ¿qué es eso que nos tienen que decir que nos matará de sobredosis de información? —habló Laxus, callando al gallinero que se había formado por lo dicho con anterioridad por Juvia.

Oído de Dragon Slayer —fue lo que pensaron la pareja tras escuchar lo dicho por el rubio.

—Recordar que aunque seamos de segunda generación nuestros oídos son como el vuestro —dijo esta vez Cobra, escuchando lo pensado por el dúo de magos de magias contrarias.

—Que se le va a hacer —soltó Natsu en un suspiro cansado al verse descubiertos por los Dragon Slayers de rayo y veneno.

—¿De qué hablan? —preguntó extrañada Yukino ante lo dicho por el pelirosa.

—Del verdadero motivo por el que fui a abrazar a Natsu aún estando en su forma de demonio —respondió Gray esta vez, abrazando a Natsu por el cuello, ocasionando un sonrojo en las mejillas del menor.

—Y... ¿Cuál es? —cuestionó un poco sorprendido Rufus ante el tono que había adquirido la cara del dragón de fuego.

—Gray y yo... —empezó a decir Natsu, sin poder continuar por la vergüenza de confesar su relación con todos sus amigos.

—Natsu y yo somos pareja —terminó la frase el mago de hielo, probocando muchas emociones en todo el lugar, desde sorpresa e incredulidad, hasta asombro y alegría.

—¿Cómo? —preguntó una impactada Erza ante la confesión de sus amigos.

—Pues eso, Gray y yo somos novios —dijo aun con vergüenza Natsu, pero con una mirada decidida acercándose más al cuerpo a su lado, acurrucandose en el.

—Gray-sama ¿por qué? —interrogó Juvia al borde del llanto, con sus manos temblorosas tapando casi por completo su boca.

—Llevo amando a Natsu desde la misión en la que nos encontramos a Lyon, y él inconscientemente se confesó, eso fue lo mejor de todo —contó lo último divertido, recibiendo un golpe en las costillas en respuesta. —¡Ay! Eso duele —se quejó mirando a Natsu, que le daba una mirada asesina, la cual devolvió de la misma manera.

—No me lo puedo creer, lo siento, sois demasiado diferentes como para creer que verdaderamente sois novios —negó la menor de los Strauss.

—Pues creelo, es verdad —contraatacó Gray tomando otra vez la palabra.

—¿Puedes demostrarlo? —retó la misma albina de antes.

Sin decir palabra y harto de la actitud de Lisanna, Natsu separó el brazo de Gray de su cuello, consiguiendo una mueca de disgusto por el mismo y una de superioridad de la maga de transformación. Justo al momento de quitarse el brazo del mago de hielo, el dragón agarró la nuca del azabache para acercarlo a él y darle un beso posesivo ante la mirada de todos. Sin dudar, Gray correspondió atrayendolo a su cuerpo colocando las manos en su cadera y tomando el control del beso para dejar en claro quien mandaba, inclinando el cuerpo de Natsu hacia atrás mientras que el suyo lo inclinaba hacia delante.

Cuando el aire les hizo falta se separaron sin despegar la mirada de los ojos del contrario, en un trance que les daba la mirada del otro.

—Entoces... Es verdad —dijo esta vez el único hombre de los Strauss.

Pasado, presente y futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora