Cuando era pequeña soñaba con un príncipe azul que me trajera flores, con tener unos hijos guapos y buenos, viviendo en una casa grande y bonita y siendo guapa y esbelta.
Ahora lo único que sueño es con un hombre que no me deje los ojos azules, unos hijos sean felices y con los que sean buenos, una casa que sea pequeña pero llena de lo más grande y estando sana y viva.
Cómo cambia el cuento.