21-05-2019
Sabes, antes era mejor escribiendo que hablando,
pero he perdido esa facilidad con el paso del tiempo;
ya no puedo hacer que mis dedos desborden mi pasión sobre las letras
porque me he quedado sin frases que plasmar,
ya no puedo aludir a cualquier tema que me haga brillar los ojos
ni que los humedezca,
me siento tan seca como aquellas páginas que ansiaba tanto llenar,
como si mis sentimientos se hubieran desgastado,
marchitos,
agotados en haber dejado un trozo de mi al amar a quienes ame,
desperdiciados en personas que me drenaron la felicidad que les brinde y jamás vi de vuelta;
ciertamente me decepciono de mí,
como si realmente lo que llevaba dentro hubiera sido finito,
y lo hubiera desperdiciado así,
tan pronto,
de a manos llenas mediante la inocencia de ser joven, estúpido, y con la eterna ilusión del amor.
No solo sintiendo el desdén de los amantes y amigos,
el sufrimiento de no ser ni la sombra de lo que un día fui,
ni la silueta de lo que tanto añoro,
mucho menos la figura que buscaba ser para los demás,
terminar divagando horas entre pensamientos sin hilo, pies, ni cabeza,
rondando la completa soledad,
buscando la falsedad a falta de sustancia
y únicamente logrando crecer cada vez más ese hueco que se siente en el pecho cuando ves el éxito de quienes te abandonaron;
caer en cuenta que eres una persona yunque
y el momento en el que te desataron de sus vidas,
todo fue a flote con ellos,
mientras veías la distancia acrecentándose detrás de sus pies
y a ti te envolvía el frio de estar descendiendo lentamente dentro de la boca abismal de las profundidades,
cayendo en lo negro
por fuera y por dentro,
tratando de tener un último vistazo
de las estrellas en sus miradas
y de la poca luz de luna que atraviesa mis pestañas
al cerrar los ojos...