Parte siete

473 62 4
                                    


—Él no ha hecho nada...

—Hey, Soo... Estoy aquí, sht. No pasa nada.

—No hizo nada... No es malo...

—Tranquilo, despierta... Mírame, pequeño. Estoy aquí contigo. — KyungSoo sintió la humedad recorrer sus mejillas, para pronto pestañear un par de veces al escuchar la voz de ChanYeol, seguido de su mano tibia acariciando su mejilla y quitando las lágrimas. — Eso es... Hola... — Le saludó con una sonrisa, aunque KyungSoo pudo descifrar que aquella no llegaba como siempre hasta sus ojos, de hecho, estos se encontraban rojos y vidriosos, señal de que claramente había estado llorando.

—¿Q-Qué...? ¿Yeol? ¿Dónde estoy?

—En mi casa, quedaba más cerca de la oficina. — Le explicó, alejándose un poco mientras lo miraba. — Me diste un gran susto, ¿Sabes?

—¿Qué pasó? — Preguntó el más bajo incorporándose en la cama, sentándose suavemente para apoyar su espalda en almohadones. — Me acuerdo de que salí de la junta... Y que me desmayé en el baño.

ChanYeol suspiró, yendo hasta el mueble para entregarle un vaso de limonada dulce para que lo bebiera y recuperara un poco el color de sus mejillas.

—Saliste de la junta más pálido que una hoja de papel. — Le contó, haciéndole un gesto para que bebiera del brebaje, cosa que hizo. — Yo seguí con la reunión hasta que después de unos veinte minutos entró la secretaria de TaecYeon a buscarme, me dijo que te vio pasar al baño claramente descompuesto, y que como no salías se preocupó y fue a verte. Y te lo imaginas, te encontró tirado... La pobre mujer casi muere de un paro cardíaco.

KyungSoo rió suavemente, bebiendo más de su limonada dulce. — ¿Y me trajiste así sin más a casa?

—Claro que no, te vio el paramédico del edificio. No tenías contusiones y dijo que seguramente no habías comido bien y te pasó la cuenta, así que te traje a casa. — El más bajo asintió, suspirando mientras recordaba el verdadero motivo de su descompensación.

Kris y Tao... Tan cerca de él. El pasado que había luchado tanto por enterrar, se le presentaba sin máscara de un momento a otro. ¿Todo sería así de cruel siempre?

Sacó aquellos pensamientos antes de ponerse a llorar frente a ChanYeol. — ¿Y Baek?

—Él viene en camino, no le he dicho nada a nadie... A Baek porque le diría a tu padre, y a LuHan y SeHun por obvias razones. — KyungSoo rodó los ojos, imaginándose a esa dupla acosándolo con preguntas y atenciones.

—Gracias, Yeollie. Me siento muy cansado.

—Te dejaré dormir si me respondes de dónde conoces a los clientes... Y no me mientas, por favor. — Pidió con un tono severo que hizo al menor dudar en si decirle o no la verdad de todo, pero aquella remota idea abandonó su mente incluso antes de poder desarrollarla.

—Tao dijo la verdad. Nos conocimos en el viaje que hicimos por la Universidad y luego volvimos a encontrarnos en el viaje de negocios, el mismo donde conocí a JongIn. — Mintió rápidamente, intentando que no se notara su asquerosa capacidad para tergiversar la realidad.

—¿Por qué te pusiste así de mal, entonces? No me cuadran las cosas. Te pusiste mal cuando viste al señor Wu, incluso él parecía bastante satisfecho con verte en la sala de juntas...

—Yeol... Por favor. — Le pidió, mirándolo con ojos de cachorro, aquellos que funcionaban siempre con sus amigos. — Solo quiero dormir un poco para después irme a casa, en lo posible antes de que Baek regrese.

Con tu vida en la mía [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora