Parte once

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Luego de salir de aquella cafetería, se había quedado con las palabras de KyungSoo dándole vueltas por la cabeza.

Sabía que Sehun había hecho y dado muchas cosas por él. Lo había apoyado en todo, y su familia lo había recibido como un miembro más. Jamás le había dado motivos para estar celoso, sin embargo ¿Por qué le molestaba tanto que se preocupara de aquella forma por KyungSoo? Él también lo hacía, ¿No? Incluso BaekHyun y ChanYeol se preocupaban de la misma manera y no los veía discutiendo como él había hecho con su joven novio.

Suspiró, mirando la casa de dos pisos en la cual estaba parado, tocando al timbre un par de veces esperando ser recibido.

—¡LuHan! Cielo, qué sorpresa verte. SeHun nos había dicho que estabas muy ocupado con la tienda. — La madre de SeHun era sencillamente la mujer más bondadosa que LuHan haya conocido en su vida, se preocupaba por él incluso más de lo que habían hecho sus padres en toda su vida. — Pasa, pasa... SeHun está en su cuarto.

—Muchas gracias, señora Oh. Prometo no tardar demasiado.

—Eso no es problema, tarda todo lo que quieras. — Y recibió un guiño de la descarada mujer. Joder, LuHan no podía evitar el ponerse como un tomate cada vez que la mamá de SeHun salía con esos comentarios, y es que desde que los habían encontrado en la cama del menor teniendo sexo que su vida no había vuelto a ser igual.

No respondió a aquello dicho y simplemente subió por las escaleras algo nervioso, no podía asegurar nada con el temperamento de SeHun, solo esperaba que las cosas no resultaran tan negativas. Se disculparía, le aclararía que comenzaría a ser más comprensivo y esperaba que pudiesen volver a cómo eran antes.

—Adelante. — Escuchó la voz del menor desde adentro, giró el pomo de la puerta de su habitación y se dejó ver pasando tímidamente. SeHun solo alzó una ceja al verlo, tenía entre sus manos un libro y estaba utilizando sus anteojos ópticos. LuHan amaba como se veía con ellos, así lo conoció y así se enamoró de él, y desde que el menor había comenzado a usar lentillas extrañaba secretamente ese simple objeto sobre el puente de la nariz de su novio. — LuHan, no te esperaba. Pensé que habías salido con los chicos.

—Sehunnie...

—¿Qué quieres? Porque por si no lo has notado, estoy leyendo un libro para la escuela, no tengo ánimos ni tiempo de discutir por una estupidez ahora mismo.

¡Uy! ¡Cuánto odiaba que ese mocoso engreído fuese mucho más maduro que él!

—No he venido a discutir.

—Ah, ¿No? ¡Oh! No me digas... Vienes a pedirme disculpas. — Comentó con su tono más sarcástico, plasmando esa irritante sonrisa. — Te diste cuenta de lo estúpido que estabas siendo con esos celos sin motivos, y has venido para que te perdone.

LuHan apretó los labios, sintiendo sus ojos arder por la vergüenza y la molestia.

—Eres un imbécil, SeHun. — Formuló, dándose la vuelta para salir del cuarto. Se internó en el pasillo y estaba a punto de bajar las escaleras cuando SeHun lo tomó de la muñeca y lo jaló de vuelta.

—¿A dónde crees que vas?

—Lejos de ti, idiota. No sé qué mierda hago aquí sabiendo que seguirías molesto. Mejor hablamos mañana. — Le dijo, intentando zafarse del agarre. Pero el menor de ambos cambió sus planes e internó al mayor en su cuarto, cerrando la puerta con seguro. — Déjame ir, SeHun. Por favor.

Pero el más alto no cedió, y simplemente, lo tiró a la cama para que cayera de espaldas en el colchón y él se tumbó encima, con las manos a ambos lados de su cabeza.

Con tu vida en la mía [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora