Con el viento soplando la fría brisa causada por la torrencial lluvia, Logan se dispuso a un acto suicida, sin intensiones de morir, simplemente deseaba con ansias hacer algo, lo que fuera, que le causara una gran impresión, un terremoto de emociones y pensamientos.
Sin dudarlo, guiado por una corriente de adrenalina que se propago tan rápido como el fuego en la gasolina, corrió hasta la orilla de la roca y se lanzó en un clavado digno de los juegos olímpicos.
El agua helada le calo hasta los huesos, podía ver como la luz del sol a través del agua y aquella vista le pareció tan maravillosa que ni siquiera se tomo la molestia de nadar a la superficie.
Los pocos minutos dentro del agua fueron de tanta euforia y un montón de sensaciones que hace mucho tiempo no experimentaba causó que el aire recogido por sus pulmones se acabó demasiado rápido.
Aunque aquello era catalogado como un acto suicida, Logan no quería morir, él solo deseaba ser suficiente.
Con toda la fuerza que pudo recolectar de sus músculos tensionados, se impulsó hacia la superficie hasta que logro sacar la cabeza e inspiro profundo. Miro hacia todos lados, pero era irreconocible, no sabía si estaba en otra ciudad o si el recorrido lo había arrastrado unos pocos metros, aun así sonrió y se permitió disfrutar del agua arrastrándolo con gran potencia.
Sin embargo los momentos felices son efímeros y el sol crepuscular que la lluvia no había logrado ocultar ya estaba cayendo en el horizonte, si no volvía antes del anochecer su madre lo iba a matar o lo que es peor, darle la cantaleta más grande de la historia.
Lorence era la típica madre guerrera, amorosa, enojona y trabajaba más de lo exigido para que a su hijo no le faltara nada, ella sabía que Logan pasaba mucho tiempo solo y que el tiempo que compartían juntos no era el suficiente.
En muchas ocasiones Logan se sentía un tonto por aquella depresión que había llegado hace dos años y aun no se iba, sentía que era un estúpido al estar triste siendo que tenía todo lo que se podía querer.
La lluvia seguía cayendo fuertemente y las nubes grises se mezclaban con el resplandeciente ocaso, todo aquello era un espectáculo a la vista.
Las piedras en el fondo del rio se hicieron menos profundas y Logan pudo caminar hasta la orilla, soltó un grito y una risa estridente, por primera vez en muchas semanas se permitió sonreír.
No estaba tan lejos como había creído, después de cruzar un frondoso bosque se dio cuenta de que era el mismo lugar en el que solía acampar con su madre y algunos de sus amigos de infancia.
Camino la fría carretera, de vez en cuando un auto pasaba por su lado, debía de parecer un indigente, con la capucha de la chaqueta puesta, las manos dentro de los bolsillos del pantalón y empapado de la cabeza a los pies, la ventisca helada no ayudaba mucho a mejorar su aspecto.
-¡Hey guapo!- grito una voz femenina proveniente de la linde del bosque. -¿Estás haciendo actos suicidas?-. Cuando dirigió su mirada hacia la voz, apareció una chica en una pequeña sima de estatura baja, ojos negros, vestía un buso y unos jeans rotos, se veía realmente cómoda, para estar sola en medio de la nada.
Logan le lanzo una, mirada desconcertada e interrogante, por el contrario la desconocida sonrió y se acercó más a él.
-¿Qué cómo lo supe?- Logan asintió. -Solo una persona deprimida es capaz de reconocer a otra en la misma situación- dijo esta con sabiduria.
-Entonces... ¿Estás aquí para un acto suicida?-
-Si- sonrió y señalo un árbol detrás de ella. -¿Ves esa cuerda? ahí me iba a colgar-
Logan no quería ser impertinente pero aun así pregunto. -Y... ¿Por qué no lo hiciste?-
-Porque te vi a lo lejos y me pareciste de lo más extraordinario- hablaba con una sonrisa en su rostro, cualquiera pensaría que era una chica feliz, Logan sintió como sus mejillas se calentaban, estaba avergonzado, no sabía si sentirse halagado o culpable.
Logan levanto la vista y la miro directamente a los ojos.
-Eso me hace responsable de algo, aunque no logro descifrar de qué- la chica se encogió de hombros.
-Podrías bajar de ahí, me estaba doliendo el cuello- ella soltó una chispeante carcajada y de un salto estuvo frente a él.
De cerca era más bajita y hermosa, tenía pecas en su nariz, descubrió que sus ojos no eran negros, sino cafés, su tez era bastante pálida y pequeñas arruguitas se formaban en la orilla de sus ojos al sonreír.
Logan sintió unas inmensas ganas de besarla, algo que nunca habia experimentado, ese pensamiento le parecio extraño, y como si ella pudiera leer su mente se humedeció los labios y él interpreto eso como una señal, entonces se acercó más, puso un mechón de cabello detrás de su oreja, dejo su mano en la cálida mejilla de ella, haciéndola estremecer al contacto helado de su piel. Se encorvo y ella se paró en las puntas de sus pies, lentamente se acercaron hasta que sus labios estuvieron juntos.
El millón de sensaciones que invadieron su cuerpo fueron cien veces mejores que los que sintió en el rio o en cualquier otro momento de su vida.
Los labios de ella eran suaves y cálidos, su respiración torpe -probablemente él la tenía igual en ese momento- y temblaba lentamente.
Fue el beso más perfecto jamás sentido, describirlo con palabras era inútil porque aquello tan hermoso no tenía punto de comparación.
-Tal vez este sea mi acto suicida, vas a violarme, luego me mataras y por ultimo me desmembraras y quemaras mi cuerpo con ácido para borrar la evidencia- hablo tan rápido que Logan tuvo que hacer un esfuerzo para bajar de la nube en la que estaba.
-Lo único que quiero además de volver a besarte, es saber tu nombre- Él aún estaba muy nervioso y su voz salió más ronca de lo que esperaba. La chica dudo unos segundos y luego respondió no tan convencida.
-Penny-
-¿Penny? ¿Cómo el payaso de It?- se rio y le pellizco la mejilla tiernamente -Pudiste inventarte algo mejor-
-¿Cómo es tu nombre?-
-Logan Matthew-
-Ese es tu nombre real-
-Así es Pennywise-
-Ja... Ja... Ja... que gracioso- extendió su mano hasta él. -Un gusto Logan Matthew, mi nombre es Alice Garrelson- Logan estrecho su mano con la de ella.
-Alice es un bonito nombre-
-Gracias- Alice frunció el ceño y se alejó un poco más de él. -Debes saber algo antes de que hayan malos entendidos- cerro sus labios y pareció arrepentida de lo que acababa de decir.
-Te escucho- dijo Logan al ver que ella no continuo hablando.
-Tengo novio y por más que seas un hermoso desconocido y beses increíble, no lo voy a dejar por ti-
Claro, Logan debió prevenirse, a él no le pasan cosas así en la vida, enterarse de eso fue un golpe muy bajo del destino.
-Está bien, Alice, tampoco te iba a pedir que lo hicieras, de todas formas debiste decirme antes, apuesto a que él no se lo merece ¿o sí?-
-No, no se lo merece, discúlpame-
-Tranquila, fue un gran beso- Logan intento disimular su desilusión, sabía que ella era una desconocida y que tal hecho no debió afectarlo, sin embargo hace rato sus emociones no funcionaban de la forma correcta y era muy fácil de afectar. -Ten una buena noche, Alice- dijo a manera de despedida y siguió su camino intentando hacer como si los anteriores acontecimientos no hubiesen sucedido.
-Paula-
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¿Contigo?Hasta el fin
Romance...Conocerte fue tan inesperado, fue como recibir una bala en el pecho impactando directamente mi corazón, sé que no puedo pedirte que me ames, pero por lo menos déjame amarte, así seré yo el único que saldrá lastimado. No soy él, jamás lo seré y ja...