Cuando la muerte acecha

La Alegría

Era el primer día de invierno, 21 de Junio del 2010 para ser más exacta, y como era tradición mía desde que tengo memoria, salí de mi casa y me senté en el pórtico hasta ver el primer copo de nieve que caía en la entrada de la misma. Fui a desayunar, mi madre estaba muy contenta y emocionada ya que en 2 días exactos tendría la celebración de mi décimo cumpleaños y sería diferente a todos los demás que había tenido.

Dada mi personalidad no tenía amigos pero ese año fue realmente mágico ya que al apenas iniciar las clases ya estaba en un club de la escuela y tenía ya muchos amigos así que mi mamá me quería organizar una bella fiesta; ya sabes globos, serpentinas, confeti, pastel y todo eso.

- Hija me siento muy contenta, vamos a colocar una cerca en el patio que delimite el espacio y no vayan a ir al bosque de atrás de la casa. Ah, cierto no te olvides de hoy llevar tus tarjetas de invitación y repartirlas entre tus amigos.

- Gracias mami y lo de la cerca, suena genial.

Le regale una gran sonrisa y antes de coger mi lonchera he ir de camino al colegio un beso también. Ya llevaba las invitaciones en mi mochila, eran un poco cursis pero me agradaba la idea de hacer una fiesta como de esas que nunca tuve; a pesar de todo, mi madre siempre lograba hacerme feliz esos días pues salíamos a algún parque de diversiones o al cine, cualquier cosa era mejor que quedarnos en casa recordando mi triste condición social y el no tener hermanos lo dificultaba aún más.

Bueno al fin llegué a la entrada del colegio y logré divisar a dos de los chicos más geniales que jamás había conocido.

- ¡Ivette!

Gritaron al unísono mientras daban a mi encuentro.

- Julian, Víctor ¡Hola! ¿Cómo están?

- Bien, exceptuando que Víctor siempre llega tarde a nuestro encuentro matutino, todo bien.

Julian y Víctor siempre se encuentran en una esquina de su calle para poder venir juntos a la escuela, lo hacen desde hace ya cuatro años ya que viven en la misma cuadra.

- Yo no tengo la culpa de que siempre te levantes más temprano de lo usual y llegues antes de tiempo al punto de encuentro.

Espetaba Víctor con aura de cansancio, yo solo atiné a reír por su pelea infantil. Desde que los conocí me esperan cada mañana en la entrada de la escuela para conversar de lo que nos pasó en el día anterior antes de entrar a clases y empezar la misma rutina de estudios, de la cual yo ya estaba acostumbrada.

- Vamos que se nos hace tarde y no podré coger asiento junto a Estelle.

- Estoy seguro de que ella siempre tiene el asiento al lado suyo desocupado hasta que llegues, sabes que le gustas.

Julian siempre procura llegar temprano para que nadie le gane asiento junto a Estelle pues le gusta pero nunca se le ha declarado ni aunque le digamos que ella siente lo mismo por él.

- No digas tonterías, una chica como ella no podría fijarse en un come libros como yo. Creo que tiene los ojos puestos en David, el sí es un tipo sin igual.

David, el típico chico popular que toda escuela tiene; líder del equipo de natación de la escuela, bueno en las materias aunque no en todas y además con un aire de superioridad; la verdad no me atrae como persona pero es un buen chico cuando lo conoces a fondo. Tuve que ser su tutora unas semanas de abril por su bajo rendimiento en Literatura y bueno ahí pude conocerlo más a fondo, no era malo ni mimado solo incomprendido.

- Pues ella estaría loca por fijarse en un chico que no seas tú, Julian, ten más confianza en ti mismo y verás que llegarían a ser muy bueno amigos, en un futuro una pareja inigualable. Para que tomes confianza invítala como tu acompañante a mi fiesta este sábado.

- ¿Estas segura Ivette? ¿Crees que me dirá que si?

- Estoy tan segura que sí que vamos a apostar una noche de cine mañana en mi casa y tu harás las palomitas y comprarás los dulces si dice que sí. Y si no Víctor las comprará.

- ¡¿Qué?! ¿Por qué yo?

- Porque te estabas salvando de la conversación. Bueno Julian me llevaré a Víctor conmigo para repartir las invitaciones y tú iras a pedirle ser tu compañera a Estelle. Adiós.

Nos fuimos al salón Víctor y yo para repartir a todos, incluso a los incorporados hace tres días, para que tengan tiempo de preguntarle a sus padres si pueden venir y hasta que hora. Sé que eso es lo que más preocupa a un padre de familia así que lo hice todo con anticipación.

- Ivette ¿Hasta que hora será la celebración?

- La verdad tenía planeado que sea hasta 6:30 pm para que lleguen a tiempo a casa y no oscurezca en el camino.

- Vaya, de verdad tienes todo planeado.

- Lo sé, es que es la primera vez que tengo una fiesta.

- Wow, entonces me aseguraré que sea la mejor de todas.

- Gracias.

Las clases habían transcurrido de forma normal todo hasta la salida que no pude ver a mis amigos porque tenía que llegar rápido a casa a avisarle a mamá sobre la noche de cine antes de que se fuera a trabajar. Hay veces en las que quisiera que estuviera conmigo en la tarde pero con tal de que vaya a despedirse de mí cada noche con un beso para seguidamente ir a dormir, para mí es más que suficiente.

- Mamá, que bien que llegué justo a tiempo

- ¿Qué pasa hija, algo malo sucedió en la escuela?

- No, para nada. Solo quería saber si me dejas hacer una noche de cine mañana en la tarde hasta que regreses del trabajo.

- Ah, bueno yo llevaré a tus amigos a sus casas así que les dices que no se muevan de aquí hasta que yo llegué porque en la noche estar cerca al bosque de allá atrás es peligroso.

- Está bien mamá, gracias y no te preocupes, no haremos mucho desorden. Será en la sala para que no desordenemos mi cuarto.

- De acuerdo hija, cuídate, no abras la puerta y duerme temprano. Te amo, adiós

- Adiós

Me dio un beso y se fue, yo sabía mi rutina, almorzar, hacer mis tareas y luego mirar al bosque desde mi habitación; siempre me pareció algo intrigante, como si fuera a comerse todo aquello que cruzase esa entrada por su basta espesura, como si no le llegara al pasto la iluminación suficiente. Me encanta como las ramas de los árboles se mueven al compás del viento y como se cubren de nieve mientras el invierno avanza aunque este invierno no haya nevado tanto.