Nuevos Caminos

Capitulo 4: El Puente

El puente era majestuoso, una de las obras más grandes de la arquitectura humana.
El trayecto hasta el otro extremo constaba de 4 kilómetros un largo camino para el poco tiempo que nos quedaba.

Apesar de tener una agradable sensación de la brisa salada aún podía percibirse a la vista las partículas de plasma del viaje desliespacial efectuado por pesar.
Ver al cielo y solo observar estelas de niebla densa color púrpura las cuales corrían a la par con el viento y la brisa, cayendo al suelo como si de nieve se tratase.. horroroso pero bellísimo, es difícil de explicar.

La caminata era a paso medio sin descuidar flancos, formación estrella de 6 lados uno en cada arista y los demás al centro.
Lo que llevábamos de camino era tranquilo ni un solo Phantom o Banshee a la vista.
Al paso al que recorríamos el puente en escombros nos daba la oportunidad de recoger cualquier cosa que nos fuera útil, pudimos dejar las armas de plasma y cargar con algo más pesado, de más potencia.
Encontramos un SPNKR lanzacohetes, cartuchos de escopeta entre los cadáveres, un Rifle de Precisión con un peine en el depósito y municiones para rifle de Asalto y de Batalla.

La suerte ya estaba sonriendo de nuestro lado, el sonido de las naves y cazas aún podía escucharse, explosiones a lo lejos y nada más.
Sinfonías de destrucción y muerte acechaban  nuestros oídos y sentidos, estábamos rodeados por el mal augurio de nuestros pensamientos, el sudor de mis dedos se mantenía frío, no podía estar bien en un ambiente así de tranquilo, ya no escuchaba combate en tierra solo en aire y a las lejanías.

Esto pasa cuando estás muy acostumbrado al combate, necesita saber que hay una escaramuza en tus proximidades para poder tener una seguridad y un pensamiento centrado en la supervivencia.

Yo solo estaba desconfiando de lo que podía haber más adelante, tenía desconfianza, temor, inseguridad pero... También unas ganas indescriptibles de combatir.

Las olas podían oírse, los cables de tención perforados ondear con el viento...
Y nuestros firmes pasos a un ritmo rápido, caminando sobre el concreto tiznado de negro y de sangre seca de diversos colores y tonalidades.

Cada ves quedaba más poco y cada paso que dabamos era uno menos para estar nuevamente dentro del infierno.
Trataba de mantenerme centrado pero tenía un ataque de ansiedad, un temor.
Algo loco pero así funciona mi mente.

Mientras más nos acercamos más humo proveniente de vieja Mombasa podía observarse.
Desconocía la situación de la ciudad.
Solo leí un poco de los informes recuperados del combate en la vieja Mombasa... No más.
No sabríamos que habría dentro que podría esperarnos ahí.
Aún seguíamos a ciegas y con un silencio desalentador.

La esperanza al final de cualquier camino siempre surge, en la recta final a un kilómetro del objetivo encontramos equipo de comunicación en condiciones aceptables, sus anteriores portadores se encontraba muertos, el que solía ser encargado de comunicaciones y radio tenía un impacto limpio en la cabeza.

Agradezco a quien sea por la bendición de que el equipo estuviera utilizable y rezo por las almas de estos pobres hombres.
Agradezco en su nombre mirando el cielo y honrare su memoria saliendo del Seol.
Tomamos sus chapas equipo y municiones solo para poder seguir con nuestro agetreado trayecto.

La entrada al túnel dirección a vieja Mombasa estaba frente a nosotros por fin, solo quedaba un camino un corto camino. Tan cerca pero tan lejos del mismo.

Minutos lentos, minutos que sentíamos eternos, viendo las estelas que dejaban los cazas entre toda la estela del humo azul en el cielo, tapando los pocos rayos de sol, la densa mezcla del plasma y el polvo cubría aquel bello cielo perteneciente a esta próspera ciudad.

Ya estábamos en la salida del puente, otro túnel más, otro obstáculo más en nuestra travesía.

En mi existían ganas de querer huir, miedo, terror.
Aunque pensar en que alguno más de mi equipo aún podía estar con vida era algo que mantenía mi valentía aún encendida, dándome luz en toda esta obscuridad.

Tome un fuerte respiro y di el primer paso dentro de este nuevo obstáculo, dentro de esta zona cotidiana conocida por muchos, pero ahora en el desastre desconocida y peligrosa para cualquiera.