THE LOAN 贷款 KOOKTAE [PAUSADA]

CHAPTER 12

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기억;

'CAPÍTULO DOCE'

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-¿Cómo dijiste que se llama tu amigo?

-TaeHyung, Kim TaeHyung. ¿Por qué?

-No lo sé, de pronto me dio interés. Me suena familiar, ¿sabes? Como si antes ya lo hubiera escuchado, ¡incluso visto!

-HoSeok, ¿seguro que no estás ebrio?

Preguntó el más bajo mirándolo de reojo por sobre su copa de un tipo de líquido fluorescente que le ofreció el barman cuando le pidió una bebida. Los ensayos habían terminado y ahora sólo se preparaban para la presentación que tendrían en dos días, después de eso, si pasaban, irían a ligas mayores y se enfrentarían en Japón contra los menores bailarines de toda Asia. El sólo pensarlo le removía el estómago y los nervios mezclados con la emoción lo ahogaban.

-¡Muy seguro!

Exclamó el mayor con una sonrisa de oreja a oreja bebiendo todo el contenido en su vaso, se dirigió al chico detrás de la barra y le pidió otro trago, el cual casi al instante le sirvió.

-HoSeok, detente, después tendré que llevarte cargando al hotel.

El rostro del más bajo se desfiguró en una mueca y bebió lo restante de su copa, el más alto le restó importancia a su comentario moviendo una mano en el aire mientras que la otra sostenía el vaso que empinaba en su boca. Era de noche y casi todos los bailarines salieron a festejar el haberse aprendido la coreografía un día antes de lo acordado, el día de mañana saldrían todos a visitar algun jardín en donde grabarían un video en conjunto con los chicos de música para publicidad de la academia. Todo estaba saliendo tan bien que hasta le asustaba.

-Y dime, ¿si dices que es tan encantador, por qué dejate que tu novio fuera con él tres meses de vacaciones a fingir que es su novio? ¿No tienes miedo?

Y ahí estaba de nuevo, casi todos en el grupo le preguntaban lo mismo y ya estaba harto, claro que tenía miedo, pero no por JungKook, sino por TaeHyung, por él mismo. Él sabía muy bien la atracción que sintió el chico que hacía llamar su mejor amigo por su actual pareja a pesar de que este siempre lo negaba, lo supo desde antes de conocer al azabache, lo supo desde antes de que este se le declarara. Notó cómo la tristeza lo invadió cuando le contó que había decido aceptar la declaración del morocho pero que escondió tras una sonrisa geométrica y miles de felicitaciones, y joder, cuanto había disfrutado aquello. Dios mío, lo supo desde mucho antes, ¿por qué demonios lo dejó ir? Se levantó de su asiento y tras tomar su abrigo jaló del brazo al pelirrojo que tomaba otro trago, no permitiría que el chico se quedara de nuevo con el premio, por supuesto que no.

-Tenemos que ir por él, ¡Hobi tenemos que ir a Busan y traerlo de vuelta!

Exclamó casi corriendo fuera del establecimiento llevando a rastras a un tambaleante Jung.

-Oye, tranquilo, ¿acaso no confías en él?

No.